EXTRACTO DEL CAPÍTULO 16
Servidores de la paz
Lo que diferencia a las paramitas de las acciones ordinarias es que aquéllas se basan en prajna. Prajna es una manera de ver que disuelve continuamente cualquier tendencia a utilizar las cosas para afirmar el suelo bajo nuestros pies; es como un detector de basura que nos protege de creernos virtuosos o que tenemos siempre la razón.
SUPÓN QUE HUBIERA un lugar al que pudiéramos ir a aprender el arte de la paz, una especie de campamento de entrenamiento para guerreros espirituales. En lugar de pasar horas y horas disciplinándonos para derrotar al enemigo podríamos pasar horas y horas disolviendo las causas de la guerra.
Un proyecto así podría llamarse entrenamiento para bodhisattvas, o formación para los servidores de la paz. La palabra bodhisattva hace referencia a aquel que se ha comprometido con el camino de la compasión. El campamento podría ser dirigido por Nelson Mándela, por la Madre Teresa y por Su Santidad el Dalai Lama, pero es más probable que fuera dirigido por personas de las que nunca hemos oído hablar, como los hombres y mujeres ordinarios de todo el mundo que dedican su vida a ayudar a otros a liberarse del dolor.