domingo, 23 de octubre de 2016

VOLUNTAD DE MEJORAR


Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

sábado, 22 de octubre de 2016

CRISTO: LA REALIDAD DE LA PRESENCIA DIVINA QUE HAY EN USTED


No se quede apegado a ninguna palabra. Usted puede sustituir Cristo por presencia, si eso es más significativo para usted. Cristo es la esencia divina que hay en usted o el Ser, como se le llama a veces en Oriente. La única diferencia entre Cristo y presencia es que Cristo se refiere a la divinidad que mora en usted, independientemente de que sea consciente de ello o no, mientras que presencia significa su divinidad o esencia de Dios ya despierta. 

Se aclararán muchos malentendidos y falsas creencias sobre Cristo si usted se da cuenta de que en Cristo no hay pasado ni futuro. Decir que Cristo fue o será es una contradicción de términos. Jesús fue. Fue un hombre que vivió hace dos mil años y realizó la presencia divina, su verdadera naturaleza. Y por lo tanto dijo: "Antes de que Abraham fuera, yo soy". No dijo: "Yo ya existía antes de que Abraham hubiera nacido". Eso hubiera significado que estaba todavía en la dimensión de la identidad con el tiempo y la forma. Las palabras yo soy usadas en una frase que empieza en pasado indican un cambio radical, una discontinuidad en la dimensión temporal. Es una afirmación de tipo Zen de gran profundidad. Jesús intentó comunicar directamente, no a través del pensamiento discursivo, el significado de la presencia, de la autorrealización. Había ido más allá de la dimensión de la conciencia gobernada por el tiempo, al reino de lo intemporal. La dimensión de la eternidad había venido a este mundo. Eternidad, por supuesto, no significa tiempo sin fin, sino negación del tiempo. Así pues, el hombre Jesús se convirtió en Cristo, un vehículo para la conciencia pura. ¿Y cuál es la definición de sí mismo que hace Dios en la Biblia? ¿Dijo Dios "Yo siempre he sido y siempre seré"? Por supuesto que no. Eso habría dado realidad al presente y al pasado. Dios dijo: "YO SOY EL QUE SOY". No hay tiempo aquí, sólo presencia. 

ESFUERZOS



Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

viernes, 21 de octubre de 2016

LA ÚNICA CERTIDUMBRE


Todo discurso que ignora la incertidumbre no es el discurso de un sabio.

Si usted, realmente observa la incertidumbre con lucidez, entonces verá aquello que sí es cierto. La certidumbre es que las cosas, inevitablemente, son inciertas, y que no pueden ser de otra manera. ¿Lo entiende? Solamente sabiendo esto usted podrá conocer al Buda, podrá reverenciarlo apropiadamente.

RETRATO DE UN PROFESIONAL DE PRESTIGIO


Vivió emplomando gente y emplomado murió.

Mucha bala había metido cuando las balas lo encontraron, una noche de 1995. Para entonces, ya hacía un buen rato que había perdido la cuenta: al llegar a cien, dejó de sumar.

Salvo los cuatro tiros a su mujer, que los disparó por las dudas, Juancho Loayza siempre había matado por cuenta de otros:

—Que nadie vaya a pensar mal —decía—. Yo lo hago por dinero.

Sus labores le ganaron fama y respeto en las calles de Corinto y en otros pueblos y ciudades del valle del Cauca. En toda Colombia no, porque la competencia era mucha.

Fue cimiento de su hogar, bastón de su madre, escudo de sus hermanas. En el cuarto del fondo de la casa, al final del largo corredor, había un altarcito consagrado a la Virgen.

MALA HIERBA


Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

jueves, 20 de octubre de 2016

ALCANZAR EL OBJETIVO


Dios 
Perfección 
Vacío 
Eternidad 
Infinito

E1 objetivo se da. La perfección llega al hombre; no es necesario que el hombre la alcance. El objetivo se acerca a uno. Nadie ja­más ha llegado al objetivo. Siempre ha sido de otra manera: el objetivo te alcanza cuando estás vacío. Y estar vacío es lo contrario, justamente lo contrario, de todo esfuerzo hacia la perfec­ción, pues la perfección implica que te gustaría ser como Dios mismo. La perfección implica que querrías ser eterno, infinito, desplegado por todas partes. El vacío es exactamente lo contrario: debes destruirte por completo. Ni si­quiera tiene que quedar un rastro. Una vez que tu hogar está vacío, llega el invitado. Cuando ya no estás, se ha logrado el objetivo.

Entonces, no hagas de la perfección tu obje­tivo; éste se da en forma indirecta. Quédate va­cío y habrás generado la situación para que se produzca. Como la naturaleza repudia el vacío, nada puede quedar vacío. Si te vacías por completo, te llenarás de lo desconocido. De repen­te, desde todos lados, lo divino correrá hacia ti. Habrás creado la situación; hay que hacerla. Cuanto tú no estás, está Dios.

EXPERIENCIAS



Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

miércoles, 19 de octubre de 2016

LA CAMPANILLA DE PLATA


En aquel tiempo vivía en el campo, en los alrededores de Edo (hoy Toquio ), un viejo monje de una gran sabiduría. Era conocido hasta en las más lejanas provincias del imperio del Sol Naciente por su gran piedad y su constante buen humor. Toshibu sonreía a todos y a todo. Aceptaba las vicisitudes de la existencia con una perfecta ecuanimidad. Un día uno de sus discípulos más asiduos se atrevió a preguntarle: 

-Maestro, ¿ qué es lo que hace que tengáis el corazón tan alegre, que nada parece afectaros, ni el frío, ni la sed, ni el hambre, y ni siquiera la maldad de los hombres? 

-Voy a confiarte mi secreto -dijo Toshibu-. Cada vez que suena la campanilla de plata que ves suspendida en mi puerta, tengo que contenerme para no ponerme a bailar, de tan vivo como es mi placer y grande mi alegría ... 

Ahora bien, este discípulo, a pesar de sus demostraciones de piedad, tenía mal corazón. Era envidioso y estaba celoso de la felicidad de los demás. Decidió robar la campanilla de plata para conocer a su vez la alegría perpetua. Una noche se apoderó de la campana del maestro Toshibu, la escondió bajo su manto y corrió hasta su casa. Al día siguiente la suspendió en la puerta de entrada y se dispuso a gozar de una felicidad inefable. Esperó. En vano. 

VIDA EN MODO EGÓTICO


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...