Dios
Perfección
Vacío
Eternidad
Infinito
E1 objetivo se da. La perfección llega al hombre; no es necesario que el hombre la alcance. El objetivo se acerca a uno. Nadie jamás ha llegado al objetivo. Siempre ha sido de otra manera: el objetivo te alcanza cuando estás vacío. Y estar vacío es lo contrario, justamente lo contrario, de todo esfuerzo hacia la perfección, pues la perfección implica que te gustaría ser como Dios mismo. La perfección implica que querrías ser eterno, infinito, desplegado por todas partes. El vacío es exactamente lo contrario: debes destruirte por completo. Ni siquiera tiene que quedar un rastro. Una vez que tu hogar está vacío, llega el invitado. Cuando ya no estás, se ha logrado el objetivo.
Entonces, no hagas de la perfección tu objetivo; éste se da en forma indirecta. Quédate vacío y habrás generado la situación para que se produzca. Como la naturaleza repudia el vacío, nada puede quedar vacío. Si te vacías por completo, te llenarás de lo desconocido. De repente, desde todos lados, lo divino correrá hacia ti. Habrás creado la situación; hay que hacerla. Cuanto tú no estás, está Dios.