martes, 12 de julio de 2016

EL BICHO


A la orilla de la soledad, en el último rancho del pueblo de Aguas Dulces, vivía don Toribio. Una noche lo despertaron unos golpecitos en la puerta. Don Toribio abrió. Y después contó, en el bar del Beco:

—Lindo el Bicho. Luminoso. Tenía alas de plumas o pétalos. No me dio tiempo ni a preguntar qué se le ofrece. Señalando al cielo, así, el Bicho me dijo: «Nos vemos allá arriba». Y se voló.

La clientela, muda. Acodado en el mostrador, el Beco preguntó, en un ataque de locuacidad:

—¿Y?

Don Toribio se encogió de hombros:

—Irme, no puedo. Yo tengo mucho qué hacer aquí abajo.

Y siguió en el vino.

Pasaron los días. Eran largas las noches del invierno en aquellos médanos. Noche tras noche, el público acudía al bar del Beco, y don Toribio repetía, palabra más, palabra menos, la historia de la visitación.

NACER Y MORIR SÓLO


lunes, 11 de julio de 2016

ACEPTANDO LA MUERTE

EL BÚNKER DEFENSIVO DEL DOGMATISMO: «SI NO GANO, EMPATO»


Como ya dije antes, cuando una mente rígida establece un juicio acerca de algo o alguien permanece anclada o apegada al mismo de manera obstinada, sin realizar ajustes sustanciales aunque la experiencia le demuestre lo contrario. En cierto sentido nos enamoramos de nuestras creencias. No sólo creemos a pies juntillas en nuestros esquemas sino que, como todo animal de costumbres, creamos lazos afectivos y nos encariñamos con lo viejo.42 Un amigo mío ama profundamente su apartamento, que es lo más parecido a una pocilga. Él no atiende a razones (tampoco las tiene): simplemente ama su espacio de manera incondicional, como si lo atara a él un vínculo genético.

Recuerdo que, en cierta ocasión, me llamaron del colegio donde estudiaba una de mis hijas porque continuamente desaparecían lápices en su aula; y ella era una de las «sospechosas» de robarlos. Lo primero que pensé cuando me lo comentaron fue que mi hija no era una ladrona y que ese colegio era una porquería. Por aquel entonces, mi hija tenía ocho años y yo era bastante sobreprotector. Me presenté ante el director y demás profesores con una marcada indignación de padre maltratado, sin haber hablado siquiera con mi hija. Al ver mi exaltación y mi actitud defensiva, una psicóloga me preguntó: «¿Usted está totalmente seguro de que su hija no ha robado los lápices? ¿Pondría las manos en el fuego? ¿Diría que es absolutamente imposible?». Mi respuesta fue categórica y dogmática: «Sí, estoy totalmente seguro, pondría las manos en el fuego y es absolutamente imposible.»

PARÁLISIS MENTAL


domingo, 10 de julio de 2016

SEGUIREMOS EN CONTACTO


Posdata

Seguiremos en contacto.

«Hoy, antes del alba, subí a la colina, miré los cielos apretados de luminarias y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos esos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu dijo: no, ganaremos esas alturas sólo para seguir adelante.»
Walt Whitman

Ha sido un placer que me hayas acompañado hasta aquí; el libro acaba, la vida sigue.

Seguiremos andando, seguiremos buscando... Y quién sabe si algún día nos volveremos a encontrar. Gracias por tu compañía en este trecho.

Espero que estas cartas te hayan invitado a la reflexión, sea desde el acuerdo o desde el desacuerdo, pues lo importante es avanzar hacia un conocernos mejor.

Ojalá encuentres tu dirección y ...
.. .reconozcas en tu ser el hogar más confortable.

Ojalá sientas que te estás acercando o que ya estás en tu rumbo.

Ojalá encuentres en ti la capacidad de dirigir tu vida.

Ojalá encuentres tu brújula interior.

Porque entonces «nada tomarás ya nunca de segunda ni de tercera mano», como dice Walt Whitman en una de las citas que abren este übro.

«Tampoco contemplarás el mundo con mis ojos.
Ni tomarás las cosas de mis manos.»

Este texto me mostró algo muy importante: puedo quedarme contigo un día y una noche, pero luego partiré. Nacemos y morimos solos, y en ese trayecto que llamamos vida compartimos días y noches con otras personas.

AJUSTES



Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi

sábado, 9 de julio de 2016

ACEPTAR QUE UNO NO ES EL CENTRO DEL UNIVERSO


Para ser flexible


• Practica el descentramiento cada vez que puedas. Intenta cambiar la perspectiva y ponte en el lugar del otro. Conviértelo en una costumbre: ¿qué sentirá, qué pensará, cómo habrá llegado a esas conclusiones, cómo me percibirá el otro? Aceptar que uno no es el centro del universo es romper el orden mental de la rigidez. Flexibilidad es integración; rigidez es exclusión. 

• ¿Eres consciente de tu propia insuficiencia o crees que te las sabes todas? Tienes que desinflar el ego para ser flexible, porque la humildad nace de la necesidad de saber y explorar el mundo. El «no sé» te impulsa; el «lo sé todo» paraliza tu pensamiento. Es mejor no sentirse Dios, pues es una carga muy pesada.

TAREAS



Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
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