Un hombre cogió un pájaro por medio de un cepo; el pájaro le dijo: «Noble señor, has comido muchos bueyes y corderos, has sacrificado innumerables camellos, y nunca has quedado saciado: tampoco lo vas a quedar conmigo.
Déjame ir, que pueda darte tres consejos, a fin de que veas si soy sabio o estúpido.
El primer consejo te lo diré posado en tu mano, el segundo en tu tejado, y el tercero en un árbol.
Déjame partir, pues estos tres consejos te traerán la prosperidad.
El primero, que ha de decirse en tu mano es este: «No creas un absurdo cuando se lo oyes a alguien».
Cuando el pájaro hubo enunciado el primer consejo en la palma de la mano, fue liberado y fue a posarse en el muro de la casa y dijo:
«El segundo consejo es: "No te aflijas por lo que ha pasado; cuando ha pasado y no sientas pesar"».









