En Los Ángeles cuatro policías golpearon a un conductor negro hasta casi dejarlo sin vida. Los periódicos hablaron de este incidente en todas partes y todo el mundo quería ponerse de parte de alguien. Cuando ocurrió, quizá te pusieras del lado de la víctima golpeada, o puede que de los policías. Cuando juzgas la situación y te pones de lado de alguien, actúas como si estuvieras fuera del conflicto, como si no fueras el conductor negro golpeado o los cuatro policías. Pero al observar la situación con más profundidad, ves que eres la víctima golpeada y también los cuatro policías que la golpearon. La ira, el miedo, la frustración y la violencia están tanto en la persona que recibió los golpes como en los que la golpearon, y también está en nosotros.
sábado, 21 de noviembre de 2015
viernes, 20 de noviembre de 2015
LA PRESIÓN FAMILIAR
Cuando decidas separarte sentirás el peso de los valores tradicionales, las premisas religiosas y posiblemente un duro señalamiento de parte de tu familia. Esta crítica externa a la libertad afectiva hace que mucha gente permanezca atrapada en relaciones imposibles de sobrellevar, simplemente porque creen que están haciendo lo correcto. No estoy haciendo una apología de la separación, pero nadie tiene el «deber» de ser infeliz: es la filosofía del martirio como virtud, que aún existe y deja secuelas.
En cierta ocasión presencié lo que podría llamarse una «insolidaridad de género» entre una paciente que quería divorciarse y su madre, que hacía todo lo posible para desalentarla. Veamos parte del diálogo que sostuvieron:
Paciente (entre lágrimas, suplicante) (P): Pero ¡mamá, ya te he dicho que no lo quiero, ya no lo quiero!
jueves, 19 de noviembre de 2015
ES TU DECISIÓN
En la mayoría de las culturas existe una curiosa contradicción en lo que respecta a las relaciones que se establecen entre amor y matrimonio: por un lado se recomienda a los cuatro vientos (casi es una exigencia) que el vínculo sea por amor, y por el otro, no se acepta el desamor como una causa válida de divorcio. No se entiende que, si el amor nos une, el desamor no pueda desunirnos. Se dirá que hay otras cuestiones por las que luchar (por ejemplo, compromisos, hijos, valores religiosos) y quizá sea cierto en algunos contextos, pero me pregunto qué sentido tienen esos «compromisos» si se carece de la energía principal que los mantiene vivos. ¿Los matrimonios por conven- iencia? No son por amor y todo queda claro desde el principio.
¿Qué opinas de esta declaración fervientemente amorosa y esotérica?: «Pro- meto amarte de aquí a la eternidad, en todos los planos astrales, en todas la dimensio nes existentes y en cada vida en que me reencarne». La manifestó un hombre enamorado de una mujer menor, que temblaba de placer al oír semejante exabrupto. ¿Qué juraba el hombre? ¿Cómo estaba tan seguro de que nadie más tocaría su corazón? Además, ¿cómo tener la certeza de que lo que hoy me agrada de él, dentro de veinte años no se vuelva insufrible? Podría intentarlo seriamente, como un héroe, pero no asegurarlo.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
martes, 17 de noviembre de 2015
CREPÚSCULO
Marchas personas han entrado en la existencia a través del crepúsculo.
En la India, la palabra sandhya -significa crepúsculo- se ha convertido en sinónimo de plegaria. Si te acercas a un hindú ortodoxo y está rezando, dirá: «Estaba en sandhya... realizaba mi crepúsculo». Cuando se produce un cambio... por la mañana, por la noche; cuando sale el sol, justo antes del amanecer, se produce un gran cambio. La totalidad de la existencia pasiva se vuelve activa. El sueño se quiebra, los sueños desaparecen. Los árboles, los pájaros, la vida por doquier, surge otra vez. Es una resurrección. Es un milagro cada día. Si te permites flotar con ello en ese momento, puedes alcanzar una gran cumbre.
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