lunes, 16 de noviembre de 2015
domingo, 15 de noviembre de 2015
LA BIBLIA Y EL TELESCOPIO
Por eso os digo: ¡Cuidado al leer la Biblia!. Leerla con lógica, teniendo presente la cultura de las gentes que la escribieron, cuya iluminación que transmiten nada tiene que ver con el contexto desde donde la escriben. Una cosa es el mensaje y otras el tiempo y las formas. Hay que leerla con apertura, sin apegarte a las formas, sabiendo comprender su esencia. También a Jesús le rechazaron por hereje. Cuando leáis las Escrituras tened en una mano la Biblia y en la otra el telescopio.
Nota: De Mello hace alusión sobre el telescopio, por la negativa de la iglesia de hacer uso de él cuando Galileo se los pedía. Decían era dudar de dios.
Buscar siempre la verdad. La verdad es lo importante, venga de donde venga, si de la ciencia, si de Buda o de Mahoma, lo importante es descubrir la verdad en donde todas las verdades coinciden, porque la verdad es una. No se puede tener miedo a mirar por el telescopio.
Hay muchos santos que, sin conocer la Biblia, se han encontrado con la realidad. El verdadero texto es la vida. La Biblia nos refiere la vida, y por ello es un medio, pero también es un mito, que trata de expresar lo inexplicable en palabras, en forma de historias, para que de ella saquemos el significado de la vida que es el mensaje de Dios.
Algunos mitos son históricos y otros no. La vida de Jonás no es histórica, la de Jesús sí. Nuestra mente humana no está preparada para ver la realidad de la vida y se queda en los conceptos que tratan de expresar el mensaje de esos mitos. La vida histórica de Jesús se ha convertido en un mito y hay que desmitificarla para recobrar la frescura de un mensaje que está vivo.
Dejar fuera de la Biblia los fanatismos, los límites culturales, costumbres y prejuicios del pueblo judío de aquella época.
sábado, 14 de noviembre de 2015
DEMOSTRACIÓN (las pruebas de amor)
Uno de los temas que surgen cuando hablo de enamorarse, reenamorarse y amar de verdad, es la demostración, es decir, cuán demostrativo es el otro.
Siempre digo que demostrar quiere decir probar sin lugar a dudas que algo es verdad. Si yo tengo que demostrarte es porque parto de la idea que vos no me creés, de lo contrario no hay demostración necesaria.
Entonces pregunto: ¿Por qué tendría que demostrar que te quiero? ¿Para probártelo?.
¿Quién es el que duda y necesita pruebas?
Si vos sos el que no creés este es un problema tuyo, no un problema mio. ¿Por qué habría yo de demostrarte que te quiero?.
Nadie “tiene que” demostrar nada.
Borremos de la frase el verbo demostrar, porque suena terrible.
Para mi, el reclamo de la demostración afectiva implica en si mismo un sinsentido.
Si yo te dijera que tengo una cicatriz verde en la palma de mi mano, vos podrías creerme o no creerme. Si me creés, lo hacés antes de que abra la mano. Porque si me creés sólo cuando abro la mano y la pongo frente a tus ojos, entonces, le creés a tu vista, no a mi. Si yo tengo que demostrar que tengo una cicatriz verde en la mano, es porque no me creés, entonces te la muestro y luego vos pensás que me creés porque la viste. Pero seguís sin creerme, sólo le creés a tus ojos.
Nadie te puede demostrar el amor, porque en la demostración le creés a lo que ves, al otro no le creés nada. Otro tanto pasa con la palabra mostrar, que presupone que no ves.
viernes, 13 de noviembre de 2015
EL MOMENTO ATÓMICO
Cada momento es atómico y no hay necesidad de que dos momentos tengan alguna secuencia, ninguna necesidad.
Es la mente unidimensional la que continuamente solicita algún significado que abarque todos los momentos... que todo esté conectado por una cadena de causa y efecto, que todo deba moverse hacia alguna parte, llegar a alguna parte, concluir en alguna parte. Esa es la mente lógica, la mente unidimensional.
La vida es multidimensional. Carece de objetivo, de destino. Y, de hecho, carece de significado... en el sentido de que todos los momentos vayan en fila con una meta en alguna parte. No, la vida no va a ninguna parte. Simplemente danza aquí. La palabra correcta es danza, no movimiento.
jueves, 12 de noviembre de 2015
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