Queda claro que el gusto por las personas mayores es válido y respetable, ya sea porque se busque sabiduría, sosiego, madurez, pasión profunda y reposada o experiencia.
No obstante, hay casos en que esta inclinación responde a una profunda necesidad de protección. Las personas que han sido abandonadas, que han sufrido privación emocional en la primera infancia o han estado sometidas exageradamente a figuras de autoridad son propensas a establecer relaciones con parejas que cumplen una función de cuidador o cuidadora. Muchos enamorados lo que buscan en las personas de más edad es un guardaespaldas afectivo, alguien más seguro y más fuerte en quien poder confiar para hacerle frente a la vida.