Cuando te sientes feliz, cariñoso, como si flotaras... esos son los momentos propicios en que la puerta se encuentra muy cerca. Una simple llamada será suficiente.
Casi siempre que las personas se sienten desdichadas, ansiosas, tensas, nerviosas, prueban la meditación... pero entonces cuesta entrar.
Cuando te sientas dolido, enfadado, triste, entonces piensas en la meditación, pero eso es como ir contra la corriente y será muy difícil. Cuando te sientes feliz, cariñoso, como si flotaras... esos son los momentos propicios en que la puerta se encuentra muy cerca. Una simple llamada será suficiente.