En la Universidad te enseñan teorías, fórmulas y técnicas, y la teología debiera de servir para hacer ignotos, ignorantes que cuestionen todo antes de adoptarlo. En la Universidad te enseñan y en la Facultad de Teología debieran sólo despertarte atacando tus errores y tus fórmulas.
«¿Sabéis lo que le ocurrió a un caníbal que se comió a un misionero católico, a un protestante y a un metodista?. Pues que tuvo movimiento ecuménico en su tripa». Sólo nos separan las palabras y los conceptos. En el fondo todo es lo mismo. Dios es sólo uno y no se deja encerrar.
Lo que llamas «tú» no tiene respuesta, pues «tú» no eres nada. Sólo la realidad existe, y sólo entrarás en esa realidad a base de liberarte de tus programaciones y meterte en la noche oscura del no-saber, de los noconceptos.