El descaro: «Anúlate y me harás sentir bien»
En ocasiones, el intento de equilibrar la relación llega por un camino más escabroso e insano. La persona que posee el déficit vela a la pareja que sobresale para poder sobrellevar el sentimiento de inferioridad, ésta lo asume como un «sacrificio de amor». El descaro se hace evidente en frases como ésta: «Tu éxito me deprime, ¡no es justo conmigo!». Y a veces la respuesta de la otra persona es aún más sorprendente que el descaro mismo: «Trataré de no destacar tanto para que no te sientas mal». Explotador y explotado, unidos y asociados hasta el final.