La primera cosa que se nos ocurre hacer con alguien que queremos es cuidarlo, ocuparnos de el, escucharlo, procurarle las cosas que le gustan, ocuparnos de que disfrute de la vida y regalarle lo que mas quiere en el mundo, llevarlo a los lugares que mas le agradan, facilitarle las cosas que le dan trabajo, ofrecerle comodidad y compresión.
Cuando el otro nos quiere, hace exactamente lo mismo.
Ahora, me pregunto: ¿Por qué no hacer estas cosas con nosotros mismos?.