Cómo afrontar la ambigüedad afectiva y no caer en el juego de una espera inútil.
4. NO CONFUNDAS LOS ROLES: ERES PAREJA Y NO TERAPEUTA
Algunas víctimas del «ni contigo, ni sin ti» asumen el papel de terapeutas y comienzan a tejer teorías de todo tipo (la mayoría sin fundamento y cogidas con pinzas) para explicar la indecisión del otro. En realidad es menos doloroso pensar que alguna «enfermedad» explica el hecho que pensar que simplemente no nos aman por lo que somos. Estos «buenos samaritanos» leen sobre el tema, van a cursos de todo tipo y solicitan ayuda profesional tratando de resolver el enigma que los carcome: «¿Realmente me ama?». Preferimos ser terapeutas que ser víctimas.