lunes, 15 de julio de 2013

SUEÑO


El sueño es divino, más que cualquier otro momento en las veinticuatro horas. Y si uno se queda dormido mientras medita, la meditación no deja de resonar en las capas del inconsciente.

¿Te has dado cuenta de que cualquiera que haya sido tu último pensamiento por la noche, será el primero que tengas por la mañana? Prestale atención... el último, el último de verdad, cuando te quedas dormido. Te hallas justo en el umbral... el último pensamiento siempre será el primero que tengas cuando vuelvas a estar en el umbral y salgas del sueño. Por eso todas las religiones han insistido en una oración antes de irnos a dormir, para que el último pensamiento sea sobre la plegaria y esta se hunda en nuestro corazón. Toda la noche permanece como un aroma a tu alrededor, llena tu espacio interior, y por la mañana, cuando despiertes, de nuevo está ahí. Ocho horas del sueño se pueden emplear como meditación. El hombre moderno ahora no dispone de mucho tiempo, pero esas ocho horas de sueño se pueden transformar en una meditación. Y la totalidad de mi enfoque es que todo se puede usar y debería usarse... ¡incluso el sueño!

Del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 152

SE PACIENTE


SOLO SEREMOS AMIGOS


Cuando una relación se rompe, es prácticamente imposible ser amigo o amiga de la persona que todavía se ama. Los que defienden lo contrario no saben de qué están hablando. Una jovencita que llevaba varias semanas con depresión porque su novio la había dejado, todavía quería estar vinculada de alguna manera al muchacho: “Yo sé que ya no me quiere y que tiene una nueva chica… Pero sólo seremos amigos, amigos y nada más… Aunque tenga otra persona y no me quiera, no importa… Quiero seguir ahí de alguna manera… No soporto la idea de que ya no esté en mi vida…” Como es común en los casos de testarudez afectiva, el nuevo vínculo de “amistad” se volvió una tortura china. 

Al convertirse en una buena amiga, comenzó a jugar el papel de confidente y escucha activa. No sólo tenía que aguantarse verlo con otra, sino que también debía oírle las intimidades afectivas y apoyarlo en decisiones que lo alejaban cada día más de una posible reconciliación. Con el transcurso de las semanas, la angustia se hizo cada vez más insoportable. Estar con la droga y no poder consumirla era penoso. Verlo, hablar con él y desearlo en silencio la llevaron, en un momento de desesperación e incapacidad, a atentar contra su vida, afortunadamente sin éxito. Luego de permanecer unos días en una clínica psiquiátrica, me dijo antes de salir: “Voy a pelar contra esto… Me cansé de sufrir… No quiero volver a saber de él… No se justifica una vida así… Cuando hay amor, la amistad queda incluida, pero si no puede haber más que amistad, el amor se vuelve un problema… No quiero tenerlo como amigo… No soy capaz…”

Para sobrevivir a la pérdida, algunos adictos afectivos se inventan un engendro amoroso que no es ni una cosa ni la otra: el “amigovio”, una mezcla de amigo adelantado y novio venido a menos, con toqueteo incorporado. No tardarán en aparecer variaciones sobre el mismo tema. Es posible que comencemos a ver “esposovios” (esposos que parecen novios), “amantosas” (una mezcla de amante, esposa y ventosa” y otros experimentos afectivos que permitan mantener la ilusión de un encanto que ya no existe.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

domingo, 14 de julio de 2013

DEJAR DE JUZGAR


VOY A DEJARLO DE A POQUITO


Distorsión cognitiva: Minimizar los defectos de la pareja o la relación, impiden alcanzar la posición realista mencionada, y fortalece irracionalmente la conducta del apego.

DÉCIMO QUINTA EXCUSA. Voy a dejarlo de a poquito”

A no ser que se trate de un paciente internado y bajo control médico directo, alejarse paulatinamente de la fuente de adicción no es la estrategia más recomendada. “Voy a consumir cada día menos crack”, puede resultar risible para los que saben del tema. La adicción no se rompe lentamente. Puede haber retrocesos, avances y recaídas, pero la lucha es a muerte. Para una persona con predisposición a la adicción, no hay medias tintas. Un sorbo, una fumada o el mínimo consumo puede ser definitivo para que la oscura puerta del vicio vuelva a abrirse. “Voy a dejar a la persona que amo porque no me conviene, pero poco a poco”, es como decir que me inyectaré menos. Es un típico autoengaño. En realidad, lo que queremos es prolongar la permanencia del estimulante afectivo.

Una de mis pacientes llevaba una total doble vida. Tenía novio desde hacía cuatro años, que le brindaba tranquilidad, estabilidad y fidelidad, y un amigo desde hacía tres, que le ofrecía emoción, lujuria y energía en proporciones abrumantes. Su razón marcaba un camino: alejarse del amigo porque se iba a casar con el novio. Su emotividad señalaba otro camino: terminar con el aburrido novio y entrar en un delicioso cortocircuito abierto y sin tapujos con el amigo. Ambos tiraban para su lado y la presionaban: “Casémonos” y “déjalo”. Lo que ella verdaderamente pretendía era rescatar lo mejor de cada uno, sin perder a ninguno.

La situación se había vuelto insostenible. Llevar una vida por partida doble, no solamente era agotador sino que la fibra de la moralidad empezaba a resquebrajarse. La culpa no le daba tregua y la ansiedad la estaba matando. Luego de analizar sesudamente las opciones, decidió dejar al amigo, bajar las revoluciones y quedarse con la seguridad que el novio le ofrecía. Sin embargo, su elección todavía no estaba afianzada: “Pongamos una meta de dos meses, doctor… Yo creo que es más fácil si lo hago despacio…” Introducir el desamor paso a paso, es como colocar lentamente una jeringa para que duela menos. Como es obvio, ella no fue capaz, cada “mini” distanciamiento le empujaba a acercarse más. Cada reunión era una despedida a medio terminar, un acto inconcluso que había que volver a retomar, una excusa para seguir. Al cabo de dos meses de penosos intentos, me comunicó que había estado pensando mejor la cosa y que al que iba a dejar ahora era al novio. Su propuesta no me sorprendió demasiado: “Pongámonos una meta de dos meses doctor… Yo creo que es mejor… No quiero que él sufra…” En el momento de escribir este relato, ya han pasado cuatro meses de estar dejando al novio, y a veces, cuando la nostalgia de lo que podría haber sido hace mella, reconoce que el amigo, pese a todo, no llena totalmente sus expectativas. Atrapada sin salida.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

INSOMNIO


PAZ Y LIBERTAD


sábado, 13 de julio de 2013

EL GUERRERO JAPONES

El guerrero japonés fue apresado por sus enemigos y encerrado en un calabozo. Aquella noche no podía conciliar el sueño, porque estaba convencido de que a la mañana siguiente habrían de torturarle cruelmente.Entonces recordó las palabras de su Maestro Zen:

«El mañana no es real. La única realidad es el presente».

De modo que volvió al presente… y se quedó dormido.

Tomado del blog: Plano Creativo

CRÍTICAS AJENAS


Una vez Hodja y su hijo emprendieron un viaje. Hodja prefirió que su hijo viajara montado en el burro y él ir caminando. En el camino encontraron una gente que dijo:

-¡Miren a ese niño joven y fuerte! Así es la juventud de hoy en día. No tiene respeto por los mayores. ¡Él va montado sobre el burro y hace caminar a su pobre padre!

Cuando esas personas quedaron atrás, el niño se sintió muy avergonzado e insistió en caminar, y que su padre fuera montado sobre el burro. Poco más tarde, se cruzaron con otras personas quienes dijeron:

-¡Miren eso! Ese pobre niño tiene que caminar mientras que su padre monta sobre el burro.

Cuando hubieron pasado a estas personas, Hodja dijo a su hijo:

Creo que lo mejor será que los dos caminemos. Así nadie se quejará.

Continuaron su viaje, ambos caminando. Poco más tarde se encontraron con otros, quienes dijeron:

-¡Miren esos tontos! ¡Ambos caminan bajo este sol ardiente y ninguno de ellos monta sobre el burro!

Ante esto, Hodja se volvió hacia su hijo y dijo:

-Eso va para demostrar qué difícil es escapar de las opiniones de los hombres.

Tomado del blog: Plano Creativo

RESPIRAR-EXHALAR


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