lunes, 17 de junio de 2013

LA MALETA


Un hombre murió, y vio que se acercaba Dios con una maleta.
Y Dios le dijo:
- Bueno hijo ya es hora de irnos.
El hombre asombrado preguntó:
- ¿Ya? ¿Tan pronto?... Es que tenía muchos planes....
- Lo siento pero ya es el momento de tu partida.
- ¿Qué traes en la maleta? (preguntó el hombre).
Y Dios le respondió:
- ¡¡¡Tus pertenencias!!!...
- ¿¿Mis pertenencias??... ¿Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero?...
Dios le respondió:
- Eso nunca te perteneció, eran de la Tierra.
- ¿Traes mis recuerdos?....
- Esos nunca te pertenecieron, eran del Tiempo.
- ¿Traes mis talentos?......
- Esos no te pertenecieron, eran de las Circunstancias.
- ¿Traes a mis amigos... a mis familiares?.....
- No, porque ellos nunca te pertenecieron, eran del Camino.
- ¿Traes a mi mujer y a mis hijos?.....
- Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu Corazón.
- ¿Traes mi cuerpo?.....
- Nunca te perteneció, ese era del Polvo.
- ¿Entonces traes mi alma?....
-¡No! Esa es mía.
Entonces el hombre lleno de miedo, le cogió a Dios la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía.....

Con una lágrima brotando de sus ojos, el hombre dijo:
- ¿¿¿Es que entonces nunca tuve nada????.....
- Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron SÓLO TUYOS, y no sé si los aprovechaste bien............

¡¡La vida es sólo un momento!!.... ¡¡Un momento sólo tuyo!!!....

Por eso, (mientras estés a tiempo) disfruta la VIDA en su totalidad…

Que nada de lo que crees que dispones para ser feliz te detenga....

¡Vive el ahora!.... ¡Vive tu vida...!!! Y no te olvides de SER FELIZ, es lo único que realmente vale la pena!....¡¡SER FELIZ!!...

Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedan aquí. NO TE LLEVAS NADA! Valora a quienes te valoran, ayuda (siempre que puedas) a tus personas queridas...y sobre todo se feliz.....¡¡¡ ¡¡¡Eso es lo único que te vas a llevar!!!!.........

EL PRINCIPAL PRÓPOSITO


SE VA A SEPARAR


Distorsión cognitiva: Excusar o justificar el poco o nulo amor recibido, impiden alcanzar la posición realista mencionada, y fortalece irracionalmente la conducta del apego.

QUINTA EXCUSA. “Se va a separar”

Como explicaré más adelante, en la vida hay cosas que no se piden, porque deben darse de motu propio (voluntariamente). Si tienes que presionar, acosar y amenazar a la persona que amas para que se separe, vas por mal camino. Si tienes que presionar, acosar y amenazar a la persona que amas para que se separe, vas por mal camino. Muchas veces decir, “No puedo separarme”, significa en realidad. “No tengo el coraje de hacerlo”. El principio es concluyente: si verdaderamente te amaran hasta las últimas consecuencias, estarían contigo.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

domingo, 16 de junio de 2013

MEDITACIÓN 9


Imagina que tienes un receptor de radio que, por mucho que gires el dial, sólo capta una emisora. Por otra parte, no puedes controlar el volumen: unas veces, el sonido apenas es audible; otras, es tan fuerte que te destroza los tímpanos. Y , además, es imposible apagarla y, aunque a veces suena bajo, de pronto se pone a sonar estruendosamente cuando lo que quieres es descansar y dormir. ¿Quién puede soportar una radio que funciona de semejante modo? Y, sin embargo, cuando tu corazón se comporta de un modo parecido, no sólo lo soportas sino que lo consideras normal y hasta humano.

Piensa en las numerosas veces que te has visto zarandeado por tus emociones, que has sufrido accesos de ira, de depresión, de angustia, cuando tu corazón se ha empeñado en conseguir algo que no tenías, o en aferrarte a algo que poseías, o en evitar algo que no deseabas. Estabas enamorado, por ejemplo, y te sentías rechazado o celoso; de pronto, toda tu mente y tu corazón empezaron a centrarse exclusivamente en este hecho, y el banquete de la vida se troncó en cenizas en tu boca. O estabas empeñado en ganar las elecciones, y el fragor del combate te impedía escuchar el canto de los pájaros: tu ambición ahogaba cualquier sonido que pudiera "distraerte". O te enfrentabas a la posibilidad de haber contraído una grave enfermedad, o a la pérdida de un ser querido, y te resultaba imposible concentrarte en cualquier otra cosa...en suma, en el momento en que te dejas atrapar por un apego, deja de funcionar ese maravilloso aparato que llamamos "corazón humano". si deseas reparar tu aparato de radio, tienes que estudiar radioelectrónica. Si deseas reformar tu corazón, tienes que tomarte tiempo para pensar seriamente en cuanto a verdades libertadoras. Pero antes elige algún apego que te resulte verdaderamente inquietante, algo a lo que estés aferrado, algo que te inspire temor, algo que ansíes vehementemente... y ten presente ese apego mientras escuchas tales verdades.

Primera verdad: debes escoger entre tu apego y la felicidad. No puedes tener ambas cosas. en el momento en que adquieres un apego, tu corazón deja de funcionar como es debido, y se esfuma tu capacidad de llevar una existencia alegre, despreocupada y serena. Comprueba cuán verdadero es esto si lo aplicas al apego que has elegido.

Segunda verdad: ¿de dónde te vino ese apego? No naciste con él, sino que brotó de una mentira que tu sociedad y tu cultura te han contado, o de una mentira que te has contado tú a ti mismo, a saber, que sin tal cosa o tal otra, sin esta persona o la de más allá, no puedes ser feliz. Simplemente, abre los ojos y comprueba la falsedad de semejante aserto. Hay centenares de personas que son perfectamente felices sin esa persona o esa circunstancia que tu tanto ansías y sin la cual estás convencido de que no puedes ser feliz. Así pues, elige entre tu apego y tu libertad y felicidad.

Tercera verdad: si deseas estar plenamente vivo, debes adquirir y desarrollar el sentido de la perspectiva. La vida es infinitamente más grande que esa nimiedad a la que tu corazón de ha apegado y a la que tú has dado el poder de alterarte de ese modo. Una nimiedad, si, porque si vives lo suficiente, es muy fácil que algún día esa cosa o persona dejen de importarte... y hasta puede que ni siquiera te acuerdes de ella, como podrás comprobar por tu experiencia. Hoy mismo, apenas recuerdes aquellas tremendas tonterías que tanto te inquietaron en el pasado y que ya no te afectan en lo más mínimo.

ME QUIERE, PERO TIENE IMPEDIMENTOS EXTERNOS

Distorsión cognitiva: Excusar o justificar el poco o nulo amor recibido, impiden alcanzar la posición realista mencionada, y fortalece irracionalmente la conducta del apego.

CUARTA EXCUSA. “Me quiere, pero tiene impedimentos externos”

De acuerdo con la ciencia moderna, los hombres somos especialmente sensibles al estrés. A esta causa se le han achacado todo tipo de incompatibilidades con el normal desarrollo del amor, desde la impotencia (lo cual es cierto) hasta el desamor (lo cual no es cierto). Trabajo excesivo, sobregiros, agresión o cansancio crónico, cualquier excusa es buena para explicar (en el fondo, para justificar) la lejanía afectiva. De acuerdo con lo que sabemos en psicología, los problemas externos pueden producir irritabilidad, cansancio y algo de mal humor, pero no necesariamente desamor. Uno no deja de querer a la pareja porque está cansado, más bien la busca para acurrucarse. Cuando un individuo está preocupado e intranquilo, el compañero o compañera puede ser el soporte, el oasis donde reposar. Pero si el afecto es débil, la pareja puede convertirse en un condena más.

Las vicisitudes de la vida diaria pueden alterar y destemplar un poco el amor, pero no lo anulan. Eso es puro cuento. Si solamente te aman cuando no hay problemas, tu amor ya entró a cuidados intensivos. Se recomienda atención inmediata.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

sábado, 15 de junio de 2013

MI RELIGIÓN Y MI FE


Mi corazón puede adoptar todas las formas.

Es pasto para las gacelas.

Y monasterio para monjes cristianos

y templo para ídolos,

y la Kaaba del peregrino,

y las tablas de la Torá, y el libro del Corán.

Yo sigo la religión del Amor.

Cualquiera que sea el camino que recorran

los camellos, ésa es mi religión y mi fe.

IBN EL ARABI

Del libro:
La Sabiduría de los Idiotas
Idries Shah

LA MUJER PERFECTA


Me contaron que hubo un hombre que permaneció soltero toda su vida porque estaba buscando a la mujer perfecta. Cuando tenía setenta años, alguien le preguntó:

—Llevas mucho tiempo viajando; has estado buscando desde Nueva York a Katmandú, de Katmandú a Roma, de Roma a Londres. ¿No lograste encontrar a una mujer perfecta? ¿Ni siquiera a una?

El anciano se puso muy triste y contestó:
—Sí, en una ocasión la encontré. Una vez, hace mucho tiempo, conocí a una mujer perfecta.

La otra persona insistió:
—Entonces, ¿qué pasó? ¿Por qué no os casasteis?

Con gran tristeza el anciano respondió:
—¿Qué le vamos a hacer? Ella estaba buscando a un hombre perfecto.

Recuerda: cuando dos seres son perfectos, su necesidad de amor no es igual a tu necesidad de amor. Es totalmente distinta.

Tú ni siquiera entiendes el amor que es posible en ti, de modo que no serás capaz de entender el amor de Buda, o el amor que fluye desde un Lao Tzu hacia ti; no serás capaz de entenderlo.

En primer lugar tienes que entender el amor que nace como un fenómeno natural. Ni siquiera has logrado eso. Primero tienes que entender el natural, después el trascendental. Así que lo segundo que debes recordar es que nunca busques al hombre perfecto o a la mujer perfecta. Esta también es una idea que te han inculcado; que a menos que encuentres al hombre o a la mujer perfecta, no serás feliz. De modo que continúas buscando la perfección, pero como no la encuentras, eres infeliz.

Del libro:
Aprende a Amar
Osho

ESA ES SU MANERA DE AMAR


Distorsión cognitiva: Excusar o justificar el poco o nulo amor recibido, impiden alcanzar la posición realista mencionada, y fortalece irracionalmente la conducta del apego.

TERCER EXCUSA. “Esa es su manera de amar”

Nadie niega que hay estilos personales en la manera de amar, pero algunos son francamente sospechosos. Por ejemplo, si la “manera de amar” de mi pareja incluyera antipatía, indiferencia, egoísmo, agresión e infidelidad, no me interesaría acoplarme a su modo afectivo. Más aún, si fuera capaz cuestionaría seriamente la relación. Una de mis pacientes llevaba seis meses de casada. En ese tiempo el marido había accedido a tener solamente dos relaciones sexuales, incluido el período de luna de miel. Las dos experiencias habían seguido la misma rutina: él se acostaba boca arriba, no movía un dedo, se tapaba la cabeza con las sábanas, y sollozaba e insultaba mientras ella tenía que hacer toda la faena, obviamente sin muchos resultados. Aunque habían estado tres años de novios, la señora se había casado virgen y no era muy experta en la materia. Luego de explicarle que el comportamiento de su esposo distaba bastante de una conducta sexualmente funcional y aceptable, le sugerí que hablara con él para expresarle su inquietud y para invitarlo a las citas. Ella temía confrontarlo con el tema, pero aceptó. A la otra consulta llegó más contenta y tranquila. Cuando le pregunté por su tarea, me dijo que estaba mucho mejor porque el marido le había explicado que ésa era su “manera de amar”, que no había nada de qué preocuparse y que muchos hombres hacían el amor de ese modo. Traté de hacerle comprender que la escasa frecuencia, la ausencia de contacto físico, la incapacidad de eyacular y la falta de deseo configuraban un estilo que no la iba a satisfacer, ni sexual ni afectivamente. Le agregué que, a mi entender, estábamos ante una alteración psicoafectiva o ante un problema sexual que requería de tratamiento. Luego de meditar al respecto unos instantes, decidió tapar el sol con la mano: “Quizás usted tenga razón, pero quiero darme la oportunidad de acoplarme a su estilo, a ver qué ocurre…A lo mejor no fui lo suficientemente buena para él o la equivocada soy yo…Si no soy capaz, le prometo que vuelvo a las citas”.

A veces, sobre todo si la pareja es perezosa y pasiva, poner el problema en uno y asumir la responsabilidad total de las fallas afectivas crea una extraña sensación de alivio. Sentirse culpable es muy desagradable, pero asumir la carga genera una ganancia secundaria: “Si yo soy la causa del problema, la mejoría de la relación dependerá de mí y sólo de mí”. Mi paciente volvió a los dos años, con un nuevo motivo de consulta. Había tenido relaciones sexuales con otro hombre y estaba decidida a no seguir engañándose a sí misma: “Mi marido está enfermo…Ya me di cuenta de que su comportamiento no es normal, pero se niega a recibir ayuda”. Las comparaciones no siempre son odiosas.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

viernes, 14 de junio de 2013

ES UN ERROR VIVIR ESPERANDO


Dices: “Haré esto, haré aquello, pero después de los estudios, después de la hipoteca, después de los hijos, cuando me jubile…” Vivimos esperando: es un error.

Buscamos excusas para no hacer cosas nuevas. Si propones hacer algo nuevo, te dicen: “Esto no va a funcionar, ¡ni lo intentes!”. Si lo haces y no funciona: “¡Ya te lo dije!” Y si funciona, te dicen: “Has tenido suerte”. En otros sitios, si fracasas se considera que has acumulado experiencia, y si triunfas se te aplaude como a un héroe.

Pau Garcia-Milà Pujol, innovador del mundo digital. Extracto de una entrevista en La Vanguardia.

SUS PROBLEMAS PSICOLÓGICOS, LE IMPIDEN AMARME



Distorsión cognitiva: Excusar o justificar el poco o nulo amor recibido, impiden alcanzar la posición realista mencionada, y fortalece irracionalmente la conducta del apego.

SEGUNDA EXCUSA . “Los problemas psicológicos que tiene, le impiden amarme 

La mayoría de las personas dependientes que no se sienten amadas tienden a justificar el desamor de su pareja mediante causas psicológicas o traumas infantiles. Las razones más comunes abarcan timidez, introversión, miedo a entregarse, problemas de personalidad, mala crianza, o el famoso Edipo no resuelto. Un número considerable de mujeres y hombres rechazados afectivamente inician una romería de especialista en especialista, para hallar algún tipo de alteración (ojalá curable) que explique la indiferencia de su pareja.

Es cierto que algunos desórdenes psicológicos pueden producir un descenso transitorio en la capacidad de amar, como es el caso de la depresión. También es verdad que existen trastornos de la personalidad que bloquean todo contacto afectivo (por ejemplo, los esquizoides). Incluso hay alteraciones de origen hormonal/metabólico que merman el placer del intercambio afectivo. Sin embargo, la mayoría de las veces no se llega al desamor por una afección orgánica o psicológica, sino por puro desgaste. Un buen día, el amor, supuestamente inalterable y ultrarresistente, se derrumba sobre sí mismo; sencillamente se acaba o nunca existió. Aunque nos resistamos a creerlo, si el afecto se descuida puede extinguirse para siempre.

Como es obvio, es menos doloroso creer que el alejamiento de la persona amada se debe a una anomalía y no al desafecto. Decir, “Está enfermo”, no duele tanto como decir, “Se cansó de mí”. Al menos en el primer caso queda la posibilidad de alguna droga milagrosa (quizás un Viagra afectivo), y en el segundo, si somos dignos, sólo queda hacer mutis por el foro.

Si los problemas psicológicos que tiene tu pareja le impiden brindarte el cariño que necesitas, ayúdala. Si pese a saber tu sufrimiento no pide ayuda, cuestiona su amor o su cordura. Y si no hay alteraciones evidentes a la vista, acércate con discreción: e posible que la causa del desamor no sea más que desamor.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso
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