martes, 29 de enero de 2013

CREATIVIDAD: EL CAMPO DE LA NO-MENTE

La mente es esencialmente una máquina de supervivencia. Ataque y defensa contra otras mentes, recoger, almacenar y analizar información, eso es en lo que es buena, pero no es creativa en absoluto. Todos los artistas verdaderos, lo sepan o no, crean desde un lugar de no-­mente, de quietud interior. La mente entonces da forma a la visión o impulso creativo. Incluso los grandes científicos han dicho que sus grandes logros creativos llegaron en un momento de quietud mental.
El sorprendente resultado de una encuesta nacional entre los matemáticos más eminentes de Norteamérica, incluido Einstein, para conocer sus métodos de trabajo, fue que el pensamiento "juega sólo un papel subordinado en la breve y decisiva fase del acto creativo en sí mismo" (A. KoestIer, The Ghost in the Machine (Arkana, Londres, 1989) p. 180). 

Así pues, yo diría que la sencilla razón por la que la mayoría de los científicos no son creativos, no es porque no saben pensar sino ¡porque no saben cómo dejar de pensar! 

No fue por medio de la mente, del pensamiento, como el milagro de la vida sobre la tierra o el de su propio cuerpo, fueron creados y se sostienen. Hay claramente una inteligencia trabajando que es mucho más grande que la mente. ¿Cómo puede una simple célula humana que mide 1/1.000 de pulgada contener instrucciones en su ADN que llenarían mil libros de seiscientas páginas? Cuanto más aprendemos sobre el funcionamiento del cuerpo, más descubrimos cuán vasta es la inteligencia que funciona en él y qué poco conocemos. Cuando la mente se vuelve a conectar con esto, se vuelve una herramienta sumamente maravillosa. Entonces le sirve a algo más grande que ella misma.

Extracto del libro:
El poder del ahora
Eckhart Tolle

DESEO VS APEGO

El hecho de que desees a tu pareja, que la degustes de arriba abajo, que no veas la hora de enredarte en sus brazos, que te deleites con su presencia, su sonrisa o su más tierna estupidez, no significa que sufras de apego. El placer (o si quieres, la suerte) de amar y ser amado es para disfrutarlo, sentirlo y saborearlo. Si tu pareja está disponible, aprovéchala hasta el cansancio; eso no es apego sino intercambio de reforzadores. Pero si el bienestar recibido se vuelve indispensable, la urgencia por verla no te deja en paz y tu mente se desgasta pensando en ella; bienvenido al mundo de los adictos afectivos.

Recuerda: el deseo mueve al mundo y la dependencia lo frena. La idea no es reprimir las ganas naturales que surgen del amor, sino fortalecer la capacidad de soltarse cuando haya que hacerlo. Un buen sibarita jamás crea adicción.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

QUIZA

Duda más. Emplea más el «quizá» y el «tal vez», y permítele a los otros toda la libertad para decidir por su propia cuenta.

Cuidad cada palabra que digas. Nuestra lengua y nuestra manera de hablar son tales que, adrede o inadvertidamente, realizamos declaraciones absolutas. Jamás hagas eso. Utiliza más el «quizá». Duda más. Emplea «tal vez» más, y permítele al otro toda la libertad para decidir por su propia cuenta. Pruebalo durante un mes. Tendrás que estar muy alerta, porque hablar en términos absolutos es un hábito muy arraigado, pero con atención se puede abandonar. Entonces veras que las discusiones se desvanecen y ya no hay, necesidad de defender, nada.

Del libro:
DÍA A DÍA
OSHO
Día 84

lunes, 28 de enero de 2013

EL DESEO NO ES APEGO

La apetencia por sí sola no alcanza para configurar la enfermedad del apego. El gusto por la droga no es lo único que define al adicto, sino su incompetencia para dejarla o tenerla bajo control. Abdicar, resignarse y desistir son palabras que el apegado desconoce. Querer algo con todas las fuerzas no es malo, convertirlo en imprescindible, sí. La persona apegada nunca está preparada para la pérdida, porque no concibe la vida sin su fuente de seguridad y/o placer. Lo que define el apego no es tanto el deseo como la incapacidad de renunciar a él. Si hay un síndrome de abstinencia, hay apego.

De manera más específica, podría decirse que detrás de todo apego hay miedo, y más atrás, algún tipo de incapacidad. Por ejemplo, si soy incapaz de hacerme cargo de mí mismo, tendré temor a quedarme solo, y me apegaré a las fuentes de seguridad disponibles representadas en distintas personas. El apego es la muletilla preferida del miedo, un calmante con peligrosas contraindicaciones.

Del libro
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

ESCUCHA

Cuando los amigos ofrecen consejo, uno debería escuchar con atención.

Una de las grandes cosas que se debería aprender es a escuchar. Escucha muy silenciosamente. No escuches con indiferencia. No escuches como si quisieras que pararan y estuvieras siendo cortes porque son tus amigos. En ese caso es mejor pedirles que no digan nada porque no estas de humor para escuchar. 

Pero si estas escuchando, escucha de verdad... se abierto, porque quizá tengan razón. Y aunque estén equivocados, escucharlos te enriquecerá. Conocerás más lados de la misma cosa, más puntos de vista, y siempre es bueno aprender. 
Así que escucha, pero decide siempre por tu propia cuenta. 

En cuanto una persona posee esta comprensión relativa y se desprende de las necedades absolutas, las cosas se tornan muy claras y fáciles. De lo contrario, la gente es muy, tajante. Piensa en términos de absolutos: esto es verdad y lo que sea que se le oponga está mal. Es algo que ha perjudicado a toda la tierra... los hindúes, los mahometanos y los cristianos luchan porque todo el mundo reclama la verdad absoluta. Nadie posee ningún derecho sobre ella. No es el monopolio de nadie. 

La verdad es vasta. Infinitas son sus facetas e infinitos los caminos para conocerla. Y lo que sea que conozcamos, es limitado; no es más que una parte.

Del libro:
DÍA A DÍA
Día 83


domingo, 27 de enero de 2013

ACTITUDES DE AQUELLOS QUE FUIMOS

Cómo no conservar actitudes de aquellos que fuimos —digo yo— si en realidad siguen viviendo adentro de nosotros.

Seguimos siendo los adolescentes que fuimos, los niños que fuimos, los bebés que fuimos.

Anidan en nosotros los niños que alguna vez fuimos. Pero...

Estos niños pueden hacernos dependientes.

Este niño aparece y se adueña de mi personalidad:

Porque estoy asustado,
porque algo me pasa,
porque tengo una preocupación,
porque tengo miedo,
porque me perdí,
porque me perdí de mi vida...

Cuando esto sucede, la única solución es que alguien, un adulto, se haga cargo de mí. Por eso es que no creo en la independencia.
Porque no puedo negar ese niño que vive en mí.
Porque no creo que ese niño, en verdad, se pueda hacer cargo de sí mismo.
Creo, sí, que también hay un adulto en nosotros cuando somos adultos.
Él, y no otro adulto, se hará cargo del niño que hay en mí.
Esto es autodependencia.

Del libro:
EL CAMINO DE LA AUTODEPENDICIA
Jorge Bucay

BIEN O MAL

No hay nada como bien o mal. Eso depende. Depende del punto de vista. No hay nada muy sólido sobre lo que uno pueda decidir que «esto está bien y esto mal».

La misma cosa puede estar bien para una persona y mal para otra, porque, más o menos, depende de la persona. La misma cosa puede estar bien en un momento para una persona, y en otro momento estar mal, porque depende de la situación. Se te ha enseñado categorías aristotélicas. Esto está bien y esto está mal. Esto es blanco y esto negro. Este es Dios y este el diablo. Estas categorías son falsas. La vida no se divide en blanco y negro. Una gran parcela es gris.

Y si lo analizas profundamente, el blanco es un extremo del gris y el negro es otro, pero el espacio comprendido entre los dos es gris. La realidad es más gris. Así debe ser porque en ningún sitio está dividida. No hay compartimentos estancos en ninguna parte. Esa es una manera tonta de poner categorías, pero se ha implantado en nuestra mente. De modo que bien o mal no paran de cambiar. Entonces, ¿qué hacer? Si alguien quiere decidir absolutamente, se quedará paralizado, no será capaz de actuar. Si quieres eso y actúas solo cuando tienes una decisión absoluta sobre lo que está bien, estarás paralizado. No seras capaz de actuar en la vida. Uno debe actuar y actuar, en un mundo relativo. No existe una decisión absoluta, así que no la esperes. Simplemente mira y observa, y lo que sientas que está bien, hazlo.

Del libro:
DÍA A DÍA
Día 82

sábado, 26 de enero de 2013

Q.S.J.

Qué importante sería ayudar a nuestros hijos a transitar espacios de libertad.
Qué importante sería ayudarlos hasta que ellos sean adultos, y después...

Q. S. J.

¿Qué quiere decir Q. S. J.?

Que se jodan.

Y si no han sabido administrar lo que les dejaron, y si no han podido vivir con lo que obtuvieron, y si no saben cómo hacer para ganarse la plata que quieren, díganles que pasen a buscar un sándwich cada mañana...

La historia de generar la dependencia infinita es siniestra.

Me parece a mí que hay un momento para devolver a los hijos la responsabilidad que tienen sobre sus propias vidas, y que uno tiene que quedarse afuera, ayudando lo que quiera, hasta donde quiera y hasta donde sea conveniente ayudar.

A veces no es conveniente ayudar todo lo que uno puede, al máximo, arruinándose la propia vida para ayudarlos a ellos.

Me parece que no.

A mí me encantaría saber que mis hijos van a poder manejarse cuando yo no esté. Me encantaría. Y por eso quiero que lo hagan antes que me muera, para verlo.

Para que pueda, en todo caso, morirme tranquilo, con la sensación de la tarea cumplida.


Del libro:
EL CAMINO DE LA AUTODEPENDENCIA
Jorge Bucay

MANTÉN TUS OJOS LIMPIOS DE PALABRAS


Tantos amantes están frustrados en el mundo, ¡el noventa por ciento! La causa es la palabra. Creen en la palabra y no miran la realidad.

Permanece sin nubes de palabras. Mantén tus ojos limpios de palabras. No permitas que se aposenten en tus ojos y en tus oídos, si no, vivirás en un mundo falso. Las palabras son falsas en sí mismas; sólo se vuelven significativas si existe alguna verdad en el corazón del que proceden las palabras.

Osho
Leído en:
 Blog Osho-Despierta

DESCUBRIENDO QUE NO ERA AMOR....

Las reestructuraciones afectivas y las revoluciones interiores, cuando son reales, son dolorosas. No hay ninguna pócima para acabar con el apego

...........Le contesté a mi paciente que no creía que una persona debía esperar a desenamorarse para terminar una relación, y que dudaba de que se pudiera producir desamor a fuerza de voluntad y razón (de ser así, el proceso inverso también debería ser posible, y tal como lo muestran los hechos, uno no se enamora del que quiere, sino del que puede). Para ser más exacto, le dije que su caso necesitaba un enfoque similar a los utilizados en problemas de farmacodependencia, donde el adicto debe dejar la droga pese a la apetencia:

 “Lo que la terapia intenta promover en las personas adictas es básicamente autocontrol, para que aun necesitando la droga sean capaces de pelear contra la urgencia y las ganas. 

En el balance costo-beneficio, aprenden a sacrificar el placer inmediato por la gratificación a mediano o largo plazo. Lo mismo ocurre con otro tipo de adicciones, como, por ejemplo la comida o el sexo. 

Usted no puede esperar a desenamorarse para dejarlo. Primero debe aprender a superar los miedo que se esconden detrás del apego, mejorar la autoeficacia, levantar la autoestima y el autorespeto, desarrollar estrategias de resolución de problemas y un mayor autocontrol, y todo esto deberá hacerlo sin dejar de sentir lo que siente por él. Por eso es tan difícil. Le repito, el drogadicto debe dejar el consumo, pese a que su organismo no quiera hacerlo. Debe pelear contra el impulso porque sabe que no le conviene. Pero mientras lucha y persiste, la apetencia está ahí, quieta y punzante, flotando en su ser dispuesta a atacar. El desamor no se puede lograr por ahora, eso llegará después. Además, cuando comience a independizarse, descubrirá que lo que usted sentía por él no era amor, sino una forma de adicción psicológica. No hay otro camino, deberá liberarse de él sintiendo que lo quiere, pero que no le conviene. Una buena relación necesita mucho más que afecto en estado puro”.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso
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