lunes, 10 de septiembre de 2012
MÁS QUE PENSAMIENTO...
La mente humana, en su deseo de conocer, entender y controlar, confunde sus opiniones y puntos de vista con la verdad. Díce: así son las cosas. Tienes que ser más amplio que el pensamiento para darte cuenta de que tu manera de interpretar «tu vida», o la vida o conducta de otra persona, cualquier manera que tengas de juzgar una situación, no es más que un punto de vista, una de las muchas perspectivas posibles. No es más que una cadena de pensamientos. Pero la realidad es una totalidad unificada donde todas las cosas están entrelazadas, donde nada existe en y por sí mismo. El pensamiento fragmenta la realidad, la corta en pedazos y en fragmentos conceptuales.
ECKHART TOLLE
El Silencio Habla
sábado, 8 de septiembre de 2012
DISCUSIÓN
Estuve viajando una vez con Mulla Nasrudín. En una estación, en una parada, alguien nuevo entró en el compartimento. Parecía conocer a Nasrudin. Se saludaron y luego dijo:
-¿Cómo estás, Nasrudín?.
- ¡Bien! ¡Perfectamente!.
- ¿Y cómo está tu mujer?.
- También está bien, gracias.
- Y ¿cómo están los niños?
- Todos están bien, gracias.
Yo estaba sorprendido. Cuando el hombre bajó en otra parada le pregunté a Nasrudín: "¿De qué se trata? Porque se muy bien que no tienes esposa. No tienes ningún niño". Nasrudin dijo: "Yo también lo se, pero, ¿para qué crear una discusión?".
Osho.
EL PATO Y LA GATA
¿Cómo es que usted se inició en la vida espiritual? –preguntó uno de los discípulos al maestro Sufi Shams Tabrizi.
-Mi madre decía que yo no estaba lo suficientemente loco como para internarme en un hospicio, ni era lo suficientemente santo para entrar en un monasterio –respondió Tabrizi.
–Entonces decidí dedicarme al sufismo, donde aprendemos a través de la meditación libre.
-¿Y cómo le explicó eso a su madre?
-Con la siguiente fábula: alguien le acercó un patito a una gata para que la gata lo tomara a su cargo. Este seguía a su madre adoptiva por todas partes, hasta que un día, ambos llegaron frente a un lago. Inmediatamente el patito entró en el agua, mientras que la gata, desde la orilla, gritaba: “¡Sal de ahí! ¡Te vas a morir ahogado!” Y el patito respondió: “No, madre, descubrí lo que es bueno para mí, y esto es que estoy en mi ambiente. Voy a continuar aquí, aunque tú no sepas lo que significa un lago.”
viernes, 7 de septiembre de 2012
DESOBEDECER
Para desobedecer hay que ser muy inteligente.
"He dicho que la desobediencia es una cualidad religiosa, pero hay que ser muy inteligente para ser desobediente. Obedecer es algo que puede hacer cualquier idiota. Basta con decir: "Sí, señor". Pero desobedecer no es simplemente decir "no"; eso también podría hacerlo fácilmente un idiota.
Para desobedecer hay que ser muy inteligente, porque estás decidiendo tu vida, tu futuro, tu destino.
He dicho que desobedezcas todo lo que te ha sido impuesto y va en tu contra, contra tu voluntad, contra tu inteligencia contra tu razón, contra tu ser.
Arriésgalo todo y desobedece, porque, en realidad, cuando desobedeces estás obedeciendo a tu propio ser interno. Al desobedecer, estás obedeciendo a la existencia.
En otras palabras, cuando desobedeces, estás desobedeciendo a la personalidad y obedeciendo a la individualidad...
Todas las religiones han predicado la obediencia; por eso, para que lo vieras claramente, tuve que hacer énfasis en la desobediencia, en la rebeldía.
Eso no significa que esté en contra de la obediencia. Pero el tipo de obediencia que propugno es un fenómeno muy distinto. No es una imposición, sino el florecimiento de tu ser. Es tu inteligencia, tu madurez, tu estar centrado, tu vitalidad, tu respuesta. La fuente eres tú, no es Moisés, ni Mahoma, ni Jesús, ni yo, sino tú, sólo tú.
Pero ¿sabes quién eres? Sabes que eres judío, pero no lo eres. Sabes que eres católico, pero no lo eres. Sabes que eres hinduista, pero no lo eres. Sólo son imposiciones.
La gente ha estado dibujando encima de ti como si fueses un lienzo. Te pintan en consonancia con su idea. Quieren convertirse en tus ideales, quieren reducirte a un simple imitador...
La imitación es complicada: intentas ser alguien que no te corresponde, no es tu destino. Estás yendo contra la naturaleza de tu ser, estás nadando contra la corriente. Sí; imitar es muy difícil, pero no tan difícil como intentar volver a tu ser natural...
Por eso, cuando te digo que desobedezcas, te estoy diciendo que desobedezcas todo lo que no provenga de tu propio ser.
Obedece a tu naturaleza".
Osho
La magia de ser tú mismo
Leído en Osho-maestro
UNA ÚLTIMA PREGUNTA
Durante mi último curso en la escuela, nuestro profesor nos puso un examen. Leí rápidamente todas las preguntas, hasta que llegué a la ultima, que decía así: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela? Seguramente era una broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, cabello oscuro, como de cincuenta anos, pero... ¿cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. Por supuesto, dijo el profesor. En sus vidas ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Todas merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: !Hola! Yo nunca olvidé esa lección.
También aprendí que su nombre era Dorothy.
Leído en El Alma te Cuenta
jueves, 6 de septiembre de 2012
LA TRISTEZA Y LA FURIA
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...
Había una vez...
Un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.
Jorge Bucay
Del libro cuentos para pensar
Fuente blog de Joan
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