Mostrando las entradas con la etiqueta Redescubrir la vida. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Redescubrir la vida. Mostrar todas las entradas

sábado, 4 de septiembre de 2021

¿CÓMO ARREGLAR LAS COSAS?


Pues bien, ahora viene "la gran pregunta norteamericana": ¿cómo lo "arreglamos"?

O sea:

- Está bien...; él no me perturba, yo no me perturbo; la programación me perturba.

¿Cómo lo "arreglamos"?

Sigamos la gran respuesta oriental:

- No lo "arregles", deja que siga su curso; desaparecerá por sí solo. Cuanto mas trates de "arreglarlo", más se fortalecerá.

Esto también resulta "explosivo": no lo "arregles", déjalo seguir su curso. Deja que siga; desaparecerá; realmente lo hará.

Si has comprendido esto...

- Pero, ¿no necesito saber de dónde proviene esta programación?

- Es una ayuda; es una ayuda, pero no es necesaria. Y, si estás totalmente decidido a lograrlo, si te planteas: "tengo que descubrir de dónde proviene y tengo que cambiar", entonces las cosas empeorarán, puedes estar seguro de ello.

Muchas personas nunca cambian porque están muy decididas a cambiar. Están tan decididas que no cambian nunca. Como están tan tensas, tan ansiosas, todo empeora.

Esto es común a todas las personas, no sólo en Occidente, sino también en Oriente.

Somos todos iguales. Los temas y enfoques que presento en los Estados Unidos los ofrezco también en Japón y en la India, en España y en América latina, en todas partes,... ¡y en todas partes las personas son iguales! Los norteamericanos tienen rasgos culturales diferentes, pero, en el fondo, somos todos iguales. Por doquier existen los mismos problemas: el odio, el conflicto, la culpa son los mismos; la dependencia frente a la opinión de la gente y la dependencia emocional frente a la aprobación son las mismas. ¡Todo es exactamente lo mismo! Basta con raspar la "cultura exterior"; debajo somos todos iguales.

Aquí y allá, en todas, partes, hay gente que trata de "arreglar" el enredo, de lograr que la perturbación desaparezca.

-¿Cómo lo "arreglo"?

- No lo "arregles". Entiéndelo, míralo, obsérvalo; se ocupará de sí mismo.

Lo que sucede es que tú no te "arreglas", no cambias; la vida cambia, como también lo hace la naturaleza. Así como uno no se cura a sí mismo, la naturaleza sí se cura a sí misma. Uno debe limitarse a hacer algo para ayudarla. Ahora redondearé esta idea. La plantearé de una manera un poco más provocativa. Cuando sucede alguna de esas cosas que comúnmente decimos que te perturban, no son ellas las que te perturban. La vida no es cruel contigo, la vida es fácil; es tu programación la que es cruel contigo. La vida es fácil; la vida es placentera. Recuerda a mi amigo Ramchandra, el hombre del ricksha.

Pensar en la vida que llevó te permitirá comprender que no es lo exterior lo que causa la perturbación; no eres tú el que la causa. Es tu programación.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

viernes, 27 de agosto de 2021

¿QUIÉN TE PERTURBA?

Ahora te propongo un ejercicio que sólo te llevará un par de minutos. Observa si tiene 
algún efecto sobre ti. Piensa en algo que hasta ahora hayas podido decir que te ha perturbado. Hace pocos instantes te dije que pensaras en ello. Vuelve sobre esto y comprende que no fueron esa cosa o esa persona lo que te perturbó. Fue tu programación; no fue la perversidad de ellos, su desaprobación, su rechazo; no fue el fracaso. Fue tu programación la que te perturbó.

¿Qué observas?

- Parece como si toda mi cultura me hubiera dicho que debo sentirme perturbado en esta situación. Eliminar esto me deja un sentimiento como de estar perdido, que no sé cómo superar.

- Hasta ahora siempre te has identificado con lo que sentías, pero ahora descubrirás que no eres tu sentimiento, no eres tu desdicha, no eres tu disgusto...

- Bien, aprenderé cómo tomar distancia frente a mis sentimientos...

- Así desaparecerán; tú tendrás poder sobre ellos, y no ellos sobre ti. No tendrás que gastar todas tus energías luchando contra esas cosas exteriores, ¿correcto?

- Así es. No tendré que gastar todas mis energías emocionales echándole la culpa a esas cosas exteriores.

- Correcto.

Mientras tengas un "enemigo" afuera que te perturba, te negarás a abandonar tu perturbación a menos que ella desaparezca.

Es decir, si piensas que alguien te perturba, entonces, mientras él está allí y se complace en el comportamiento que tú dices que te perturba, te negarás a abandonar tu perturbación a menos que él se reforme, cambie, desaparezca, se vaya, o lo que fuere.

¿No es así? Bien, supongamos que esa persona se niegue a irse..., supongamos que no se trate de una persona sino de la vida y que ésta persista en ser de esa manera, entonces seguirás estando perturbado. Pero ahora te digo:

-¡Eh, espera un minuto! ; no es esa persona, no es la vida, ¡es tu programación!

- Oh, ¿eso es lo que es?

- Así es, ¿sabes? Él podría estar allí mismo, haciendo exactamente lo que hace ahora, y no tendrías necesidad de estar perturbado. Otras personas en tu lugar no estarían perturbadas. ¡Es tu programación...!

- Oh, ¡esto es una revelación!...

Y tu perturbación disminuiría más y más, y después de un lapso estarías cada vez menos perturbado por cada vez menos cosas. ¿Soy suficientemente claro?



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

sábado, 14 de agosto de 2021

FELICIDAD Y CAMBIO


Ellos no quieren oír, no quieren ser felices, no quieren cambiar - Pues bien, deja que 
sigan así. ¿Por qué deberías querer gastar tu aliento? ¿Tienes necesidad de concederte esa sensación de bienestar que resulta de convertir a todos y de ser la causa de su iluminación? Quizás debas, ahora, mirar dentro de ti. No serás feliz a menos que te consagres como un gran maestro.

-¿No quieren oír? Allá ellos, es su responsabilidad. Así, pues, nada en todo este mundo tiene el poder de perturbarte, ¡nada! En realidad, nada te ha perturbado jamás, nadie te ha dañado jamás. ¿Qué me dices de esto? ¡Vaya! No te habrá gustado.

-¡Oh, no! ¿Quiere usted decir que nadie me dañó?

- Hmm. No, nadie te dañó jamás; tú te has dañado tontamente a ti mismo.

Ahora, eso me lleva a la segunda parte:

-¡Oh!, ellos no me dañaron; la realidad no me dañó, ¿no es así? Entonces, no puedo ensañarme contra ellos.

- Entonces, ¿quién te dañó?

- ¿Este bueno de mí mismo? ¿Yo me dañé a mí mismo?

- Sí.

- Ahora me ensañaré contra mí mismo; me odiaré por haberme hecho esto. ¿Por qué lo hago? Me perturbo a causa de mí mismo. Me enojo conmigo mismo. ¿Qué más sabe usted al respecto?

- Pues, te tengo buenas noticias: el daño no me lo hicieron los demás, no me lo hizo el mundo, no me lo hizo la vida, y, lo mejor de todo, no me lo hice yo mismo.

¿No es maravilloso? Entonces, ¿quién lo hizo?

En honor a la verdad, ¿alguien, en su sano juicio, se dedicaría a perturbarse en forma consciente, gustosa y deliberada? ¡Vamos! ¿Crees tú que lo harías?

- No, no lo haría, no me perturbaría deliberadamente. Es como si el hacerlo estuviera fuera de mi control. ¿No es así?

- Entonces, deja de culparte a ti mismo.

Eso ha sido grabado dentro de ti. Has sido programado para eso has sido condicionado de esa manera. Esto es lo que debes comprender.

No tienes que hacer nada para alcanzar la iluminación, no tienes que hacer nada para lograr la liberación y para obtener la espiritualidad. Todo lo que tienes que hacer es comprender algo, entender algo. Si lo entendieras serías liberado.

- De modo que estoy perturbado; ellos me han perturbado.

-¡ Equivocado!

- Yo me he perturbado.

- ¡Equivocado!

- Es mi programación la que me perturba; es mi cultura la que lo hace. Esta es la manera en que he sido educado; así es como he sido adiestrado.

Ese nativo de esa región de África fue desterrado.

- La condena lo mató.

-¡ Equivocado!

- Él mismo se mató.

-¡Equivocado! Fue su programación la que lo hizo. Así es, pues, como hemos sido educados y adiestrados.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

lunes, 9 de agosto de 2021

PERTURBACIÓN Y AUTOCASTIGO


Existe el supuesto de que, si no te perturbas, si no te adiestran para que te perturbes, no 
harás nada. Pero mira: hay alguien que no tiene para comer y eso es una calamidad.

Ahora tú estás perturbado; tenemos dos calamidades. ¿Podríamos enfrentar estas calamidades sin agregar otra? Muchas personas no pueden siquiera concebir la idea de lanzarse a la acción sin antes perturbarse. Por ejemplo, si estás de pie en una cola y alguien se coloca delante de ti, sin respetar e1 orden de llegada.

-¿Quieres tomar medidas?
- Claro que sí.
-¿Quieres decir que la acción de ese individuo es incorrecta?
- Tiene usted razón.
-¿Quieres hacer algo al respecto?
- Así es.
-¿Quieres echarlo?
- Claro que sí.

Pero, ¿sabes lo que, en última instancia, vas a hacer? En realidad piensas: "Como esa persona se comportó mal, voy a castigarme." Porque perturbarme es una manera de castigarme. ¡Mira qué lógico esto!, ¿no es así? Ahora bien, ¿por que te perturbas? Si le preguntas eso a la gente, te responde:

- Porque no perturbarse no es humano.

¿No es humano? Y, ¿qué haces tú? Piensas que esa persona se comportó mal, y seguidamente aumentarás tu presión sanguínea, perderás la tranquilidad, dejarás de dormir de noche. ¿Es eso más humano? Además, ¿por qué habrías de castigarte? ¡Eres inocente! ¿Crees tú que la gente entendería esto? Quiero decir la gente culta, la llamada gente "razonable" , cuya cultura está edificada sobre este planteo:

-¿Cómo sería posible que usted no se perturbara?. . ¿Quiere decir que no está perturbado? -
- No.
- Pero usted está planeando hacer algo.
- Evidentemente; es bien cierto.
- ¿Pero usted no está perturbado?
- No. ¿Por qué debería perturbarme? ¿Por qué debería castigarme a causa de que ese individuo se comportó mal?

Así debería ser: "Sumérgete en el estrépito de la batalla y mantén tu corazón en paz junto a los pies etéreos del Señor..."

Pero hay quienes temen. Quienes nos adiestraron y programaron temieron que si no nos perturbábamos no haríamos nada.

Nunca se les ocurrió darse cuenta de que, cuando uno se perturba, tiene menos energía para hacer algo y tiene menos capacidad de percepción. Ya no ve las cosas correctamente: reacciona con exceso.

Yo no sé nada de boxeo pero me han dicho que la última cosa que debería hacer un boxeador en el ring es perturbarse o perder la serenidad, porque entonces habrá perdido la lucha. También me han dicho que la primera cosa que su contrincante trata de lograr es que pierda la serenidad, pues entonces perderá su coordinación y su capacidad de percepción.

¡Con cuánta frecuencia las personas que participan de proyectos sociales, de magníficos proyectos para el bienestar de los demás, se implican emocionalmente y se perturban de tal modo que destruyen la propia obra que se propusieron hacer! Pierden capacidad de percepción, reaccionan con exceso.

Consideremos otro ejemplo. Si se ha cometido un delito en perjuicio de una persona, ¿no justifica eso que ella se perturbe?

¡No, no! Pero casi no parece realista pensar en estos términos. Si se lo explicas a la gente, no quiere oír.

- No queremos oírlo... Váyase. Váyase a otra parte. No gaste su aliento.

- Está bien. ¡Adiós!

Me voy. Y sacudo el polvo de mis pies.

¿Te recuerda esto una frase del Evangelio?

"Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies" (Mt 10,14).



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

lunes, 2 de agosto de 2021

PERTURBACIÓN Y ESPIRITUALIDAD


Presta atención: "Algo te ha perturbado." ¿Has oído esa expresión: "Algo te ha 
perturbado"? Así se dice en inglés, ¡así se dice en todos los idiomas! "Algo me perturba." ¡Nada te perturba! La manera precisa de hablar sería: "Me perturbo a mí mismo cuando algo sucede." Pero, ¿quién habla así?

-¡Entonces tú me perturbas!

- No, no, no. Mi comportamiento hizo que te perturbaras a ti mismo.

¡Oh, odiamos decir eso!, ¿verdad? Nos gusta decir que el mundo es responsable, que la gente, la vida o Dios son responsables.

-¡Tú lo has hecho!, no la programación.

¿Tienes alguna idea de lo que significaría que realmente comprendieras esto? Estarías por encima de todo, habrías alcanzado el summum de la "espiritualidad" . Esta palabra significa no estar más a merced de suceso, persona o cosa alguna. Pero, ¡atención!, no dije que no haya que amar a las personas; dije que no hay que estar más a su merced. Si comprendieras que tú eres el autor y el responsable de tu propia perturbación, no estarías ya a merced de suceso, persona o cosa alguna. En otras palabras, suceda lo que suceda, ya no te perturbarías.

Quizás hayas pasado años estudiando espiritualidad, escribiendo, leyendo y tomando cursos sobre ella... Pero, ¿estás perturbado todavía? ¿Aún te perturbas en algunas ocasiones? Sí, lo haces. ¿Para qué te sirven, pues, todos tus estudios? La vida pasa a tu lado mientras estás sentado en esa sala de conciertos, incapaz de disfrutar de la música, incapaz de cerrar el automóvil, atrapado en la disyuntiva. Bien, veamos si podemos aclarar esto presentando ejemplos concretos.

Si alguien muere y estoy perturbado, ¿qué me perturba? ¿La muerte de esta persona?

No. Si estoy perturbado por eso es porque he sido programado para estar perturbado cuando alguien muere. Tómate tu tiempo para pensar eso, que va en contra de todo lo que tu cultura y la mía nos han enseñado. Nos han enseñado a perturbarnos cuando perdemos a alguien. Hemos sido adiestrados para perturbarnos cuando alguien nos rechaza, nos desaprueba, nos abandona, se nos muere. Hemos sido adiestrados para depender emocionalmente de los demás, para no ser capaces de vivir emocionalmente sin ellos. Así, pues, estoy perturbado, naturalmente, porque alguien a quien yo estaba apegado ha muerto.

¿Es la muerte la que me perturba? ¡No!

He sido adiestrado para perturbarme cuando esto suceda. Esto suena casi blasfemo.

¡Es terrible! Medítalo. Consideremos otro ejemplo.

Si veo en la calle a alguien que no tiene para comer, parece ineludible perturbarme.

Analizaré esto lentamente. Veo a alguien en la calle que no tiene para comer... ¿Es eso un mal? ¿Qué crees? ¿Sí o no? ¡Sí, evidentemente! ¿Debería yo hacer algo al respecto, en la medida de mis posibilidades?

¿Sí o no? Sí. Ahora bien, ¿necesito perturbarme para lanzarme a la acción y hacer algo al respecto?



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

viernes, 23 de julio de 2021

CONVENCIDO DE QUE MORIRÍA, MURIÓ


El verano pasado, un amigo mío en Nueva York, me contó algo muy interesante:

- En una tribu de África el método para aplicar la pena de muerte es el siguiente: como los nativos no tienen la silla eléctrica ni usan la horca, aplican la muerte por destierro. Si perteneces a la tribu y has cometido el delito más grave, eres desterrado.

Y este amigo me contó que, una vez leída la sentencia de destierro, en el lapso de una semana, aproximadamente, la persona muere. ¿Morirías tú, si te aplicaran una sentencia de destierro, al serte leída? Yo no, y creo que tú tampoco. ¿Lo harías? ¿Qué crees?

Podríamos sufrir, es cierto, si nos desterraran, pero no moriríamos, ¡por Dios! En cambio, ellos mueren.

Un jesuita amigo mío, de México, me contó acerca de la creencia que existe, entre los nativos de una zona de ese país, en que, si tocan cierto tipo de piedra, mueren.

Y están muy convencidos de esto. Así fue como un niño, que aparentemente estaba corriendo, tocó con su pie ese tipo de piedra maldita. Acudió al cura y le dijo que iba a morir.

- Todo eso es superstición. No creo en estas cosas - dijo el cura.

Aquella noche, la madre del niño fue a ver al sacerdote y le rogó:

- Padre, ¿podría venir, por favor, a darle los últimos sacramentos al niño?

Y el cura dijo:

- Mire, lo de la piedra es una superstición. No estimulen esa creencia en el niño, o esto va a acabar en una especie de profecía autocumplida; todo eso es tontería.

El cura no fue. A la mañana siguiente, el niño había muerto, literalmente. Estaba convencido de que eso sucedería, de modo que murió.

Se suele oír acerca de estudiantes que, en ciertas culturas, comunidades o países, toman sus exámenes tan seriamente que, si fracasan, se suicidan. Conozco personas que fracasan y no les importa en absoluto.

Otras, en cambio se suicidan. ¿Por qué esta diferencia en la reacción? Saquemos las conclusiones. ¿Quién lo mató? ¿Quién la mató? ¿Los exámenes, el fracaso? ¿Qué crees?

Obtengamos alguna respuesta:

¿Qué dirías tú?

- Fue la persona misma; fue su reacción.

¿Está bien? Eso se podría decir del individuo de esa tribu africana que fue desterrado...

Suponte que yo le dijera al juez que el destierro lo mató... ¡Pero no fue el destierro el que lo mató! Fueron sus creencias, su cultura, su adoctrinamiento, su programación las que lo mataron. Al niño que tocó la piedra con el pie, ¿fue ésta la que lo mató?

¡Oh, no, no! Fue su creencia, fue su programación. ¿Entendiste esto? Ahora lo aplicaré a la vida diaria, y el resultado será devastador; explosivo.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

jueves, 15 de julio de 2021

...SÓLO EXISTEN EN LA MENTE HUMANA


Ahora bien, para mí esta es una verdad tan simple que un niño de siete años podría 
entenderla. Pero me he encontrado con personas que son doctores en toda clase de ciencias pero que nunca lo comprendieron.

Dan por sentado que los problemas existen en la realidad. (Por "problema" entiendo algo que perturba a alguien".) Ellas creen que los problemas existen en el mundo, en otras personas, en la vida. ¡No, no, no!

Existen en ellas. Es tan simple como esto: nada tiene el poder de perturbarlas. Lo explicaré concretamente.

Alguien faltó a la palabra que te dio. Estás perturbado.

-¿Qué crees que te perturba? ¿La promesa incumplida?

-Hmm, hmm.

- Podría presentarte a otro individuo, también enfrentado con un problema, con una promesa incumplida, pero que no está perturbado. ¿Cómo es que tú te perturbas?

Sucede que tú has elegido pensar; has sido adiestrado para pensar que la promesa incumplida es lo que te perturba. ¡No es la promesa incumplida! , es tu programación, tu adiestramiento. Has sido adiestrado para perturbarte cada vez que te enfrentas con la promesa incumplida. has organizado un picnic para el domingo, y el picnic se suspende por lluvia.

¿Dónde crees que está el origen de la perturbación?, ¿en la lluvia o en ti, en la lluvia o en tu reacción ante a la lluvia? Lo repetiré: el sentimiento de perturbación no está causado por la lluvia, sino por tu reacción frente a la lluvia.

Otro reaccionará en forma diferente, sin perturbarse.

Estoy desarrollando ahora 1o que afirmé la primera parte. Si tú no hubieras hecho depender tu felicidad de que no llueva, no reaccionarías de esta manera, ¿no es así?

Pero has sido adiestrado..., tú y yo hemos sido adiestrados para hacer depender nuestra felicidad de ciertas cosas, y entonces, cuando esas cosas no se producen, por obra de nuestro adiestramiento, de nuestra programación, de esa falsa creencia en que "si esto no sucede, no seré feliz”, sucede que nos perturbamos. Te daré algunos ejemplos muy interesantes de esto, tomados de otras culturas.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

miércoles, 30 de junio de 2021

LOS PROBLEMAS NO EXISTEN EN LA REALIDAD...


Comenzaré con eso de "estar perturbado" .¿Recuerdas que me referí a ello? Tú estás 
perturbado debido a tus apegos. ¿Qué te perturba? Alguien murió te traicionó, te rechazó; has perdido algo, tus planes se han desvirtuado, algo ha perdido el rumbo, o lo que sea. ¿Puedes pensar, ahora mismo, en algo que te haya perturbado en el pasado reciente? Adelante, hazlo. Piensa en algo que te haya perturbado en el pasado reciente o que te esté perturbando en este momento. Luego, prepara tu alma para un shock... ¡Aquí viene! Te diré la verdad desnuda; lanzaré una bomba directamente sobre ti.

Escucha esto: Nada en la realidad, nada en la vida, nada en el mundo te perturba; nada tiene el poder de perturbarte.

-¿Alguien te lo ha dicho? Toda perturbación existe en ti, no en la realidad. Podría subrayar la palabra "toda". ¡Toda perturbación está en ti! no en la vida ni en la realidad, ni en el mundo; está en ti...El sólo hecho de comprender esto ha cambiado totalmente la vida de quienes lo lograron. El solo hecho de comprenderlo, y nada más.

La realidad no es perturbadora, la realidad no es problemática; si no existiera la mente humana, no habría problemas. Todos ellos existen sólo en la mente humana. Todos son creados por la mente.

Alguien me dijo en Denver, el verano pasado:

-¿No habrá quizás algunos problemas que existan en la realidad y no en mí?

Le respondí:

- Si te sacamos de allí, ¿dónde está el problema?

- No hay ningún problema.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

domingo, 27 de junio de 2021

NADIE NOS QUITÓ LA LIBERTAD QUE BUSCAMOS


Ahora te mostraré el punto de partida. No necesitarás que nadie más te señale el 
camino. Si perseveras en cumplir lo que te indicaré, si tan sólo le echas una mirada al lugar de partida y persistes en el intento, encontrarás el camino y, tarde o temprano, descubrirás qué significa eso de "estar atado a cosas que no existen" .

Se cuenta que un discípulo acudió cierta vez al maestro, y este le preguntó:

-¿Para qué viniste aquí?

-Mouksha - respondió el discípulo ("mouksha" es la palabra sánscrita que significa "libertad")- Vengo para obtener la libertad.

-¡Oh, ¿la libertad? - inquirió el maestro.
- Ajá.
-¡Ve y averigua quién te ha atado!

EI discípulo se fue y meditó durante una semana. Luego regresó y dijo:

- Nadie me ha atado.
-¿Y para qué quieres entonces la libertad?

En ese instante los ojos del discípulo se abrieron y logró la libertad, logró la liberación.

Si ya era libre, ¿por qué buscaba la libertad? Tú no lo entiendes porque te has atado con todo tipo de cadenas imaginarias.

Me ocuparé de esto en lo que sigue, pero paso a paso.

John Lennon, uno de los Beatles, dijo una frase maravillosa: "La vida es algo que nos pasa mientras estamos ocupados en otra cosa. " ¡Oh, qué hermosa frase! En realidad, la vida es algo que nos pasa mientras estamos sumamente ocupados en otra cosa. O, peor aun, la vida es algo que nos pasa mientras estamos ocupados sufriendo toda clase de otras cosas. Tengo una imagen perfecta para aclarar esto. Piensa que estás en una sala de conciertos, cómoda y agradablemente ubicado en tu butaca, en la oscuridad de la sala, escuchando una sinfonía y disfrutándola. De repente recuerdas que te has olvidado de cerrar tu automóvil.

¡Oh, Dios! ¿Qué haces ahora? No puedes salir, pues molestarías a los demás; ya no puedes disfrutar de la música y estás atrapado en la disyuntiva. Ésta es la imagen de la vida para la mayoría de las personas: ansiedad constante.

-¿Qué hago ahora? ¿Qué va a pasar a continuación? ¿Cómo me voy a arreglar con esto? ¿Cómo me enfrento con aquello?

Seguramente querrás saber si hay otra condición posible. ¡La hay! Si eres religioso, podrás alcanzarla, pero, ¿para qué te sirve la religión si no la sabes usar? Sigues los dogmas, las creencias y el ritual correctos; sigues todo de manera correcta, pero llevas una vida completamente equivocada.

¿Para qué te sirve? Tienes el menú, pero no tienes alimento para comer. ¿Para qué sirve? Todo eso de "¡Señor, Señor!" está bien, pero con eso no basta para que haya vida.

"¿Por qué me llamáis ¡Señor, Señor! Y no hacéis lo que digo?" (Lc 6, 46).

¿Para qué te sirve, si no la sabes usar? Bueno, ¡aquí va! : te diré cómo usarla.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

jueves, 24 de junio de 2021

PECES QUE TIENEN SED Y TEMEN AHOGARSE


El poeta místico indio Kabir tiene poemas extraordinarios. Uno de ellos comienza con 
el verso: "Reí cuando me contaron que el pez en el agua tiene sed." ¿Qué me dices de eso? Preguntarás, sin duda:

-¿Estamos en el agua?
- Ajá.
-¿Somos peces?
- Ajá.
-¿Tenemos sed?
- Oh, ¡vamos!
- Pero la tenemos, ¿no es cierto?

Hay un texto que leí el verano pasado en algún lugar de los Estados Unidos, acerca de un cazador norteamericano en África. Contaba que había vivido allí con nativos que no temían al peligro:

-¡Era extraordinario! Ellos nos miraban a nosotros, hombres blancos, con una extraña clase de curiosidad cuando veían temor en nuestros ojos. Eso era incomprensible para ellos. Era tan incomprensible como mirar a los ojos de los peces que temían ahogarse.

Eso está muy bien, también. ¿Puedes imaginar un pez que tenga miedo de ahogarse?

Una y otra vez, los maestros místicos del mundo se han preguntado por qué el ser humano es desdichado, por qué tiene miedo, y cosas por el estilo. Por supuesto, mientras no se ha comprendido la verdad, tiene sentido ser desdichado o sentirse atemorizado. Cuando hablo de temor no me refiero a una respuesta inmediata ante un peligro inminente; no me refiero a eso, que es propio de los animales. Me refiero al temor a lo que vendrá, a lo que sucederá; me refiero a esto. Y "esto", nos dicen los místicos, no existe; en sus mentes, simplemente no existe... ¡En ese estado vale la pena estar! , ¡es extraordinario!

Hay otra estimulante historia acerca del tema. Un mercader de camellos, un árabe que atravesaba el desierto del Sahara, acampó para pasar la noche. Los esclavos levantaron tiendas y clavaron estacas en el suelo para atar a ellas los camellos.

- Hay sólo diecinueve estacas y tenemos veinte camellos; ¿cómo atamos el vigésimo camello? - le preguntó un esclavo al amo.

- Estos camellos son animales tontos.

Hagan los movimientos como para atar al camello y permanecerá quieto toda la noche.

Eso hicieron, y el animal se quedó quieto allí, convencido de que estaba atado. A la mañana siguiente, al levantar campamento y prepararse para continuar el viaje, el mismo esclavo se quejó al amo de que todos los camellos lo seguían, excepto aquel, que se rehusaba a moverse.

- Se olvidaron de desatarlo - dijo el amo.

Y el esclavo realizó entonces los movimientos como si lo desatara...

Ésa es una imagen de la condición humana. Estamos atados a cosas que no existen; tenemos miedo de cosas que no son...

Son ilusiones, falsedades, creencias; no realidades. ¡Qué agonías pasamos por cosas de las cuales - estamos convencidos - parece depender nuestra felicidad! Pero no debería ser así, porque nuestra felicidad no depende de nada. Y no queremos verlo.

Supongo que los místicos lo entienden, porque ellos mismos han pasado por esto.

Están sorprendidos de que el ser humano se engañe, de que las personas se engañen de esta manera a sí mismas.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

sábado, 12 de junio de 2021

LA LIBERTAD


En el momento en que comprendes que es falso, te vuelves libre. ¡Buena suerte!

Puede llevarte un minuto, puede llevarte veinticinco años, pero el día en que lo comprendas te volverás libre, libre como un pájaro. Vendrás a dar retiros por televisión satelital, ¡hablarás con presidentes!, ¡te reunirás con papas! , y no estarás apabullado en lo más mínimo. Serás libre, completamente libre. Harás una "burrada" y no te importará. No te preocuparás por impresionar a los grandes personajes. ¿Comprendes lo que te quiero decir?

¡Que no te preocuparás por impresionar a nadie...!

¿Sabes lo que eso significa? ¡Que te importará un bledo lo que piensen y lo que digan de ti. ¿Sabes lo que eso significa? ¡Oh, chico, eso es la libertad! No te importa si te aprueban o no; está todo bien; eres feliz...

-¿No me aprueban? Bien, ¡mala suerte! ¡Peor para ellos! ¡Me voy! ¡Soy feliz!

Pero eso será porque habrás descubierto que tu felicidad no depende de esas cosas.

Tienes que llegar a comprenderlo por ti mismo. Es inútil leer un libro; es inútil simplemente oír lo que digo. Tienes que comprenderlo. Y, por supuesto, no lo comprenderás si tienes la fórmula equivocada.

II

A manera de ilustración de lo que dije en la primera parte, quisiera contar ahora algunas historias. La primera, hermosa y muy motivadora, se refiere a un monje japonés, el maestro Bokushu. Cada mañana al despertarse, Bokushu soltaba una gran carcajada estentórea que duraba dos o tres minutos y resonaba a través de las doscientos cincuenta celdas del monasterio. Todos podían escucharlo. Todos se despertaban con esa carcajada, como con un reloj despertador. Y la última cosa que Bokushu hacía por la noche era, otra vez, soltar esa gran carcajada estentórea; después se acomodaba sobre su estera y se dormía. Y los discípulos estaban muy curiosos por saber qué hacía reír al maestro, y trataban de que les contara; pero él no lo hacía. Y murió sin darles la explicación que pedían. Éste es el final de la historia.

Posteriormente, todo tipo de personas han estado tratando de imaginarse qué lo hacía reír. Yo mismo tengo un par de suposiciones. Y espero que también tú busques una respuesta a esa curiosidad. La búsqueda te motivará a dirigirte en la dirección correcta a través de la meditación.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...