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martes, 28 de marzo de 2017

UN ACTOR EN EL MUNDO


Silencio 
Equilibrio integración 
Actuación 
Dicha interior 
Éxtasis

A dondequiera que te lleve, muévete como una nube; muévete con él y entrégate por completo al todo. Lo único que hay que re­cordar es la cuestión de los opuestos; el silen­cio, el equilibrio, la integración.

Dices que será difícil. Sí, lo será. Si eres ex­tremadamente feliz, será difícil en una familia patológica, y toda familia lo es. Será como si estuvieras obligado a vivir en un manicomio: será difícil porque todos allí estarán locos. En­tonces, ¿qué puedes hacer? Si te internan en un manicomio (tú no estás loco, como sí lo es­tán todos los demás), ¿qué harás? Si en verdad no estás loco, te comportarás en forma loca. Es el único camino sabio allí. Así, nadie llega a enterarse de que estás sano pues, si se llega­ran a enterar, habría problemas. En un mani­comio, un hombre verdaderamente sabio ac­tuará de modo más loco que lo que pueda ha­cerlo cualquier loco. Ése es el único estado se­guro en un sitio así.

jueves, 23 de marzo de 2017

HIMALAYA INTERIOR


Renunciamiento 
Silencio interior 
Integración 
Alegría

Renunciar al mundo me parece horrible, porque implica renunciar a un don que Dios te ha otorgado. Tú no has creado la vida. No estás aquí por tu elección. Es un don. Re­nunciar a esto iría en contra de Dios. Toda re­nuncia va en contra de Dios, porque es un re­chazo. Por eso los que dicen que no, se vuel­ven más egoístas. En el momento en que re­nuncias, afirmas ser más sabio que la fuente di­vina de la cual proviene todo. Cuando renun­cias, afirmas que tú eliges. Cuando renuncias, usas tu voluntad, y la voluntad crea al yo.

Cuando digo que no renuncies, estoy dicien­do que no seas una voluntad, un elector. Lo que ocurre, no sucede por ti; entonces, ¿quién eres tú para elegir esto o aquello? Deja que su­ceda. ¿Qué puedes hacer? Deja que suceda; no te preocupes por eso. El renunciamiento no es sino un escape. Porque estás herido, porque es­tás molesto, renuncias. Renuncias a la situación, no a la actitud que te lastima. No renuncias al corazón que tiene tantas heridas que cualquier cosa puede lastimarlo. No renuncias a la mente que está enferma, que está siempre dispuesta a ser perturbada. Renuncias al mundo, lo cual es más sencillo. Huyes al Himalaya, pero todo lo que estaba adentro de ti seguirá contigo. No ha­brá ninguna diferencia. Es un engaño.

sábado, 18 de marzo de 2017

ESTAR VIVO

Bienestar 
Vida 
Dicha

Una vez un maestro estaba muriendo. Era muy viejo: tenía casi cien años. Los dis­cípulos estaban allí y no podían llorar, porque él se estaba riendo. No podían llorar, porque parecía realmente absurdo. El hombre estaba tan feliz, disfrutando su alegría como un niño, gozando de su último aliento. Sólo podrían llo­rar una vez que hubiera muerto.

Y alguien preguntó:

-Mientras estaba vivo, ¿por qué no lloraban? Respondieron:

-Parecería tan absurdo. Mirándole la cara, mirándolo a los ojos, parecía que se estaba yen­do a un reino superior del ser, como si la muer­te no fuera más que una puerta hacia lo divino, como si no fuera a morir, sino a renacer. Y no era un hombre viejo: si lo mirabas a los ojos, era un niño. Sólo su cuerpo era viejo.

Es posible llevar el bienestar con uno. Aun cuando estés gravemente enfermo, puedes con­servar el bienestar en tu interior. Conoces lo opuesto: aun cuando estés perfectamente salu­dable, conservas tu malestar. Conoces esto; por lo tanto, lo otro es posible: totalmente sano y te sientes desdichado; completamente joven y vi­vo, y te sientes como si estuvieras en tu lecho de muerte, a veces llevando todo el peso de la vida como una carga, un peso muerto sobre el corazón. Es­tás vivo porque no puedes hacer otra cosa. ¿Qué puedes ha­cer? Estás vivo, te has encontrado a ti mismo vivo; así que cargas con esto. Pero la vida no es un fenómeno que te pro­duzca éxtasis: no te brinda placer, no la celebras.

lunes, 13 de marzo de 2017

SATCHITANANDA


Silencio 
Conciencia
Existencia
Realidad 
Placer 
Éxtasis

Sólo debes estar en silencio, ser espontá­neo, y entonces el centro aparece, surge de las nubes. Hay una brecha, una hendidura. De repente, descubres tu conciencia espontá­nea. Tú eres la conciencia: no se trata de hacer algo, ni de nada que debas hacer; tu naturaleza misma es la conciencia.

Los hindúes lo llaman satchitananda. Han unido tres términos: sat, chit, ananda. Sat alu­de a lo existencial, aquello que nunca puede llegar a no existir. Sat quiere decir lo real, que nunca puede volverse irreal. Chit significa conciencia, conocimiento. Ésa es tu naturaleza. Siempre has sido consciente, lo eres y lo serás. Esta conciencia no se te puede quitar, sino que existe en el centro mismo de tu ser; no en la periferia. Eso eres tú, pero no estás en contacto contigo mismo. Y ananda significa placer, éxtasis. No es que tengas que lograr el éxtasis; está en ti. Siempre has sido dichoso; no podría ser de otra manera. No hay posibilidad: no puedes modificarlo.

Dirás que suena totalmente absurdo, dado que vivimos en la desdicha. Eres desdichado porque te han obsesionado tanto con la perife­ria que te has olvidado por completo del cen­tro. Te has comprometido tanto con los demás, te has ocupado tanto de los demás, que toda la atención está centrada en el prójimo, y tú has quedado en las sombras, en la oscuridad.

martes, 7 de marzo de 2017

LA PUERTA


Abandono 
Iluminación 
Descubrimiento 
Fe
Confianza

El abandono es uno de los aspectos, la ilu­minación es la otra cara de la moneda. Es la misma puerta. Cuando entras, en la puerta di­ce: "Abandono." Cuando has entrado y vuelves la vista atrás, en la puerta está escrito: " Iluminación." ¡Es la misma puerta! De un lado es la en­trada, del otro la salida. Por eso se insiste tanto con el abandono: samarpan.

La relación es muy compleja, porque existe sólo uno. El otro de la relación no está allí. Por eso, todos los juegos que hagas con un maes­tro, en realidad, son tus juegos. Estás jugando, es un juego de paciencia. El otro sólo está vién­dote jugar. Cambias de táctica: pruebas de una y otra forma. Pruebas muchos caminos, pero in­necesariamente, porque el único intento que valdrá la pena es el abandono. Todo lo demás sólo te prepara para llegar a un momento de descubrimiento en el cual ves todo el absurdo de cualquier esfuerzo, y lo dejas de lado.

miércoles, 1 de marzo de 2017

CONTRADICCIONES


Coherencia 
Silencio 
Diálogo interior 
Verdad

No me interesa mucho lo que te digo. Me interesa más lo que te pasa cuando te di­go algo, x, y, z. A veces, no dejo de contrade­cirme: hoy afirmo algo, y mañana digo otra co­sa, porque lo que digo no es lo importante. Mis charlas no son más que poesía. No soy un filó­sofo. Tal vez sea un poeta, pero no soy un filó­sofo. Mañana diré otra cosa, y pasado mañana, otra distinta. Ése no es el punto. Mis afirmacio­nes pueden ser contradictorias, pero yo no soy contradictorio, porque hoy digo algo y te que­das callado; mañana afirmo algo totalmente contradictorio y te quedas callado; pasado ma­ñana vuelvo a decir algo totalmente contradic­torio (todo lo que he afirmado lo contradice), pero te quedas callado.

Tu silencio es mi coherencia. Soy coheren­te, siempre coherente: contradictorio en la su­perficie, pero la corriente interior sigue siendo la misma.

sábado, 25 de febrero de 2017

VERDAD Y SILENCIO


Palabras 
Silencio 
Amor
Yo

Las palabras pueden ser hermosas, pero nunca pueden ser la verdad. La belleza constituye un valor estético. Puedes disfrutarla, al igual que puedes gozar de una bella pintura, pero no sucederá mucho a partir de este placer. Es bueno mientras dura. Pero las palabras nun­ca son la verdad: no podrían serlo, por su na­turaleza misma. La verdad sólo puede ser co­municada en silencio. Pero ésa es la paradoja: aquellos que han insistido en que la verdad só­lo puede ser comunicada en silencio, todos usa­ron palabras. Esto es una vergüenza, pero no se puede hacer nada al respecto. Es necesario usar las palabras para hacerte callar. El silencio es importante, y ese silencio te permitirá vislum­brar la verdad.

Aun si tienes vislumbres de verdad a través de mis palabras, esa vislumbre se produce a tra­vés de tu silencio y no de mis palabras. Aun si te sientes absolutamente seguro de que lo que digo es verdad, esa sensación de certeza abso­luta proviene de tu silencio y no de mis pala­bras. Siempre que estás callado, allí está la ver­dad. Siempre que mantienes un diálogo interior, el parloteo de mono continúa por dentro, pasas por alto la verdad que está siempre presente.

domingo, 19 de febrero de 2017

AMOR


Amor
Miedo 
Religiosidad 
Aquí 
Ahora

La persona que se guía por el amor es el religioso. Una persona guiada por el amor es alguien que no le tiene miedo al futuro, que no le teme al resultado ni a las consecuencias, alguien que vive aquí y ahora.

Por eso, Krishna le dijo a Arjuna en el Gita: "No te preocupes por el resultado. Eso es lo que hace una mente que se guía por el miedo. No pienses en qué resultará de ello. Sólo quédate allí y actúa en forma íntegra. No calcules. Un hombre que se guía por el miedo está permanentemente calculando, planificando, haciendo arreglos, protegiéndose. Y así malgasta toda su vida."

He oído la historia de un viejo monje zen. Estaba en su lecho de muerte. Había llegado su último día, y declaró que esa noche dejaría de existir. Entonces, los seguidores, los discípulos, los amigos comenzaron a llegar. Se reunía gente de lugares lejanos y remotos.

Uno de sus viejos discípulos, al oír que el maestro iba a morir, corrió al mercado. Alguien preguntó:

-El maestro está muriendo en su cabaña, ¿por qué corres hacia el mercado?

lunes, 13 de febrero de 2017

ILUMINACIÓN


Maestro
Esperanzas 
Religión 
Discernimiento

La gente pasa permanentemente de un maestro a otro; esto es pasar de una esperanza a otra. Acuden a un maestro con la es­peranza de lo que les dará a través de su gra­cia, de que por medio de su energía eso suce­derá. Entonces, lo intentan y esperan con la mente muy forzada, ya que una mente llena de esperanzas nunca puede estar relajada; con la mente muy impaciente, ya que una mente llena de esperanzas nunca puede ser paciente. Y lue­go comienzan a sentirse incómodos porque eso no se produce. Entonces, este maestro no sirve: deben pasarse a otro. No es un pasaje de un maestro a otro; es un pasaje de una esperanza a otra. La gente se pasa de una religión a otra; se convierten por la esperanza. Puedes seguir haciendo lo mismo durante muchas, muchas vi­das. Has estado haciéndolo.

Ahora, intenta verlo. No es una cuestión de un maestro ni de un método correcto. Es una cuestión de discernimiento directo, de penetra­ción inmediata de lo que está sucediendo, de por qué tienes esperanzas y de por qué no pue­des no tenerlas. ¿Y qué has ganado con todas tus esperanzas? Observa. Cae por sí solo. Ni si­quiera es necesario que te desprendas de ello. Por eso digo que es fácil, aunque sé bien que es muy difícil. Es difícil para ti, pero, en sí, es fácil. El fenómeno es sencillo; tú eres difícil.

jueves, 2 de febrero de 2017

OBSERVA


Testigo 
Conciencia 
Observación 
Meditación

Hay un relato zen, muy absurdo, como son todos los relatos de la filosofía zen. Pero deben ser absurdos porque la vida misma lo es; retratan la vida tal como es.

Un maestro zen solía preguntarles a sus dis­cípulos:

-Hace un tiempo puse un ganso en una bo­tella. Ahora, el ganso creció y el cuello de la bo­tella es demasiado angosto para que el ganso salga por allí. La botella es muy linda y no quie­ro romperla; así que ahora se produce un dile­ma. Si no se le permite salir al ganso, éste mo­rirá. Puedo romper la botella y dejarlo salir, pe­ro no quiero romperla: es muy linda. Tampoco quiero matar al ganso. ¿Qué harías?

¡Éste es el problema! El ganso está en la ca­beza y el cuello es demasiado angosto. Puedes romper la cabeza, pero es linda. O puedes de­jar morir al ganso; pero tampoco esto se puede permitir, porque tú eres el ganso.

El viejo maestro zen siguió preguntándoles a sus discípulos, agotándolos y diciéndoles que encontraran una forma... ¡pues no había tiempo!

sábado, 28 de enero de 2017

¡ALÉGRATE!


Causa-efecto 
Religión 
Felicidad

Desde este mismo momento, inténtalo: intenta ser feliz y estar lleno de dicha.

Te formularé una de las leyes más profundas de la vida. Tal vez no hayas pensado nunca en ello. Sabes (todo el aparato científico depende de esto) que todo se basa en la relación de cau­sa-efecto. Generas la causa y a ésta la sigue el efecto. La vida es un nexo causal. Plantas la semilla en el suelo y brota. Si la causa esta allí, la sigue el efecto. El fuego está allí: pones la mano en él y te quemas. La causa está allí, y la sigue el efecto. Tomas veneno y mueres. Tú dispones la causa y luego viene el efecto. Ésta es una de las leyes científicas más elementales: que la relación causa-efecto constituye el nexo más íntimo de todos los procesos de la vida.

La religión conoce una segunda ley que es aún más profunda que ésta. Pero esta segunda ley, más profunda que la primera, te parecerá absurda si no la conoces y no la experimentas. La religión dice: produce el efecto, y viene la causa. Esto es absolutamente absurdo en térmi­nos científicos. La ciencia dice: si la causa está allí, viene el efecto. La religión dice que lo con­trario también es cierto: generas el efecto y mi­ra, a éste lo sigue la causa.

sábado, 21 de enero de 2017

AQUÍ Y AHORA

Existencia 
Eternidad 
Conocimiento 
Contemplación 
Meditación

Alguien le preguntó a Buda: 

-¿Quién eres?

Y Buda dijo:

-No pertenezco a clase alguna. Simple­mente existo. Existo, pero no pertenezco a cla­se alguna.

En este preciso momento, puedes vislum­brarlo. Si no estás pensando, ¿quién eres? ¿Dón­de está el tiempo? ¿Hay un pasado? ¿Y un futu­ro? Entonces, este momento se transforma en la eternidad. Todo el proceso del tiempo no es más que un ahora prolongado. Todo el espacio no es más que un aquí extendido.

Entonces, cuando me preguntas por qué es­toy aquí, o por qué tú estás aquí, es porque es la única manera de existir. No podría estar en ninguna otra parte, así como tú no podrías estar en ningún otro lugar. Así es como nos hemos reunido. Tal vez no puedas verlo bien ahora. Para ti, los nexos no están tan claros, porque tu propio inconsciente no te resulta tan transparente, ya que no te conoces del to­do. Te resulta conocida una décima parte de tu ser; las restantes nueve partes permanecen en la oscuridad.

La contemplación es la clave de la medita­ción. Contempla tu mente.

martes, 17 de enero de 2017

¡NO LO PUEDES PERDER!


Metas 
Futuro 
Atención 
Revelación 
Iluminación

La meta no es algo que termina en algún punto; la meta es el recorrido. La meta es cada momento.

Aquí tú eres un siddha para mí, un ser ilumi­nado. Aquí has tenido éxito. Aquí eres lo más perfecto que puedes, igual que un Buda, un Ma­havira o un Krishna. No hay nada más que con­seguir. En este mismo momento, todo está allí, sólo que no estás atento. Y no estás atento por­que tu mente está en el futuro. No estás aquí. No eres consciente de lo que te está sucedien­do en este preciso momento. Y esto es lo que ha ocurrido siempre. Esto ha venido ocurriendo para muchos, muchos millones de vidas. En to­do momento has sido un Buda. No ha dejado de ocurrir ni por un solo momento. Esto no puede dejar de ocurrir; así es la naturaleza misma, así son las cosas. ¡No te lo puedes perder!

Pero no eres consciente, y no puedes serlo, a causa de tener una meta en algún lado, algo que conseguir. A causa de la creación de esa barrera y de la pérdida de lo que eres. Una vez que descubres esto, una vez que te das cuenta, una vez que tomas conciencia de ello, se te revela el misterio más grande de la existencia: que todos somos perfectos. Eso es lo que queremos decir cuando afirmamos que cada uno es Brahma: cada uno es el alma, el alma final, divina.

martes, 10 de enero de 2017

PROYECCIONES


Existencia 
Dios 
Deseo 
Realidad 
Trinidad 
Unidad Maya 
Mente

Un hombre comprensivo nunca está feliz ni triste; no siente angustia ni placer: y ése es el placer. Simplemente existe, sin ninguna proyección. Nada puede hacerlo más feliz, y nada puede hacerlo más infeliz. Está simplemente en un estado de profunda satisfacción por primera vez (nada lo molesta), y puede ver qué es la existencia.

Quienes han visto así, sin la mente, dicen que el mundo no existe, pero Dios sí existe. El mundo es una proyección; Dios no es una proyección, Dios es la realidad. Y te la estuviste perdiendo. Te la estuviste perdiendo con tus proyecciones: ves otra cosa, lo que quieres ver.

No existe una mujer ni existe un hombre. Existe la mujer porque tú eres sexual. Si en tu interior desaparece el sexo, desaparece la mujer. Pero quedará alguien; tu esposa no va a desaparecer en el aire. Quedará ahí, pero ya no será una esposa, ya no será una mujer. De pronto, desaparecen todas las proyecciones, y está Dios. Tu mujer se transforma en un dios, la roca se transforma en un dios. La existencia es Dios; la existencia es divina, pero no lo puedes ver, porque es la pantalla sobre la cual se depositan todas tus proyecciones.

miércoles, 4 de enero de 2017

OBRA MAESTRA


Dios 
Creación 
Existencia olvido
No ser

Llevas oculta en tu interior una obra maestra, pero estás parado en el camino. Simplemente, hazte a un lado, y la obra maestra quedará al descubierto.

Todo el mundo es una obra maestra, porque Dios nunca crea nada menor. Todo el mundo esconde una obra maestra durante muchas vidas, sin saber quién es y tratando de convertirse en alguien, en la superficie. Abandona la idea de convertirte en alguien, porque ya eres una obra maestra, y ésta no se puede mejorar. Sólo debes acceder a ella, conocerla, descubrirla. Dios mismo la ha creado; no se la puede mejorar.

Aquí no te estoy enseñando a mejorar tu vida. No; no yo. Te estoy enseñando únicamente a conocer la vida que ya está allí, que siempre estuvo allí: así es la cosa. Sólo hazte a un lado, para que el yo no llene tus ojos, para que tu ser no esté nublado y para que el cielo se abra. De repente, no sólo tú, sino la existencia toda, dice: ¡Una obra maestra!" Éste es el Primer Principio.

martes, 27 de diciembre de 2016

ESTAR ALERTA


Observación 
Dios 
Encuentro 
Abandono 
Reconoci­miento 
El yo 

Mira cómo haces las cosas y siempre des­cubrirás al yo. La gente que hace plega­rias siempre mira a su alrededor. Va a una mez­quita y mira, va a un templo y mira. Si hay mu­cha gente, dice sus plegarias con fervor. Si no hay nadie que los mire, lo hacen de prisa, co­mo si la plegaria no estuviera dirigida a Dios si­no a los visitantes, a los observadores. 

Esto sucede continuamente en cualquier co­sa que haces. No disfrutas del acto, sino de las opiniones de los demás. ¿Y esto qué valor tie­ne? ¿Qué importancia tiene? ¿Para qué estás aquí? ¿Para que otros te consideren un hombre muy bueno, un hombre religioso, un medita­dor, un buscador de la verdad? La verdad pare­ce ser tan importante como que los otros digan que eres un gran buscador de la verdad. 

viernes, 23 de diciembre de 2016

CONCIENCIA DE TU SER

Amor 
Meditación
Ser 
Abandono


El amor, la meditación, el sueño: nada es total. En tu actividad, tampoco eres total porque, si lo fueras, también llegaría un mo­mento en que te perderías. Perderte se ha vuelto un problema: no puedes perderte, no puedes relajarte; tienes que hacer algo. Entras al jardín y cavas un pozo, pero no eres total. Si fueras total mientras cavas el pozo, te olvi­darías por completo de ti mismo; la autocon­ciencia desaparecería.

Eres autoconsciente, pero no tienes concien­cia de tu propio ser. Eres consciente, pero hay un yo. Eres consciente de lo total: los árboles, los rayos de sol, las brisas que soplan, los pája­ros que cantan, tu actividad, el cavado del pozo, la tierra que sale. Tienes conciencia de to­do, salvo de tu ser. Si tomas conciencia de tu ser, en ese momento tendrás una sensación or­gásmica. Es como el amor profundo, es como el sueño, es como la muerte. Saldrás totalmente diferente y renovado.

martes, 20 de diciembre de 2016

CONCIENCIA DEL TIEMPO


Materialismo 
Dios 
Ciencia 
Ateísmo

El hombre moderno está más lejos de Dios, no porque sea más materialista. No, el hombre siempre fue materialista; tiene que ser­lo, pues el hombre es, en un noventa por cien­to, corporal. El hombre siempre fue materialista; esto no es nada nuevo. ¿Se deberá a una excesi­va educación y práctica científica? No. La ciencia no se opone a Dios. Tal vez no esté hecha para Dios, pero no está para nada en contra de él. Simplemente, afirma que Dios no es un tema de su incumbencia. Es así; existen en planos dife­rentes. La ciencia no puede ni aceptar ni recha­zar a Dios, porque no están en la misma dimen­sión; las dimensiones difieren. Entonces, no es la ciencia la que hizo ateo al hombre.

Entonces, ¿qué es lo que está volviendo atea a la gente, alejándola cada vez más de Dios? No, ni siquiera el comunismo. El comunismo puede haber creado nuevos dioses, pero no destruyó al anterior: no puede hacerlo. El comunismo mis­mo es una religión. Entonces, ¿qué? Para mí, es la conciencia del tiempo (que es un factor nue­vo en el mundo y en la conciencia del hombre) lo que está generando el problema.

sábado, 10 de diciembre de 2016

AUTOINCONCIENCIA


Dios 
Conciencia 
Unidad 
Dualidad

La ira está allí; si te das cuenta, desapare­ce. El amor está allí; si te das cuenta, se cristaliza más. Entonces, el amor es parte de la existencia, y la ira, parte del sueño. Si no tienes conciencia, existes; si tomas conciencia, te di­suelves, ya no estás allí; entonces Dios existe. Y ambos no pueden existir juntos: es tú o Dios. No hay alternativa y no hay compromiso posi­ble. No puedes decir: "Cincuenta y cincuenta; un poco yo y un poco Dios." No; no es posible. A ti no se te encuentra fácilmente, y a Dios sí. Entonces, autoconciencia no es la expresión correcta, pues en ella se emplea la palabra "conciencia" y se trata de un estado muy inconsciente. Sería mejor, si me permites, llamar a la autoconciencia, autoinconciencia. Cuando sientes que estás, algo está mal.

Dice Chuang Tzu: "Si el zapato no te entra, tomas conciencia del pie. Si el zapato te entra, te olvidas del pie." Por un dolor de cabeza, ad­quieres conciencia de la cabeza. Si desaparece el dolor de cabeza, ¿dónde está la cabeza? jun­to con el dolor de cabeza, desaparece también la cabeza. Cuando algo no anda bien, se vuelve como una herida. Cuando estás enfermo, existe la así llamada autoconciencia. Cuando todo an­da bien, hay armonía y no hay discordia (el za­pato no te aprieta, todo está perfectamente bien), no se produce la autoconciencia. Entonces, existes. De hecho, existes por primera vez; pero no hay autoconciencia. Por ejemplo: cada vez que estás enfermo, tomas concien­cia del cuerpo. Estás débil, tienes fiebre, algo anda mal en el cuerpo: adquieres conciencia del cuerpo. Duele: tienes conciencia corporal. Cuando el cuerpo está absolutamente bien, saludable, en estado de bienestar, no tienes conciencia de él. No es que no sepas que estás sano, pero no es necesaria autoconciencia alguna. Simplemente, estás sano. Te ro­dea un estado de bienestar.

Pero en este estado no hay división entre el estado y quien lo conoce. Eres uno con él. No es que sientas el bienestar: eres el bienestar; entonces, ¿quién sería consciente de él? No hay división: ¿quién tomaría conocimiento de él? Sólo en la enfermedad ingresa la división. Eres uno absoluta­mente con el cuerpo cuando éste está sano. Cuando el cuer­po está enfermo, se abre una fisura; te rompes en pedazos y ya no eres uno con el cuerpo. El cuerpo existe por un lado, y tú, por otro.

En la meditación, eres uno con tu conciencia; entonces, ésta no funciona y existe como una mente. Eres uno con ella, no hay división. Cuando no hay división y aparece la unidad, toda la autoconcien­cia desaparece. Déjame que lo repita, porque puedes malinterpretarlo: no es que desaparece el yo; sólo desaparece la autoconciencia.


Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet

viernes, 2 de diciembre de 2016

RELIGIOSIDAD


Dios 
Creencia 
Mente 
Moksha 
Verdad

La gente acude a mí y me pregunta si Dios existe o no. ¿Qué vas a hacer con Dios? Déjalo tranquilo. ¿Qué vas a hacer? Si existe, ¿qué vas a hacer? Si no existe, ¿qué vas a hacer? Parece que tu mente no estuviera enfrentando sus verdaderos problemas, y los estuviera evi­tando a través de problemas imaginarios.

Dios es un problema imaginario para ti. La furia, el yo, el sexo, la pasión, el odio: ésos son problemas reales. Pero no preguntas por ellos; preguntas por Dios. ¿Qué tienes que ver con Dios? No hay relación alguna. Veo a gente que cree en Dios y a gente que no cree. No encuen­tro diferencia alguna. ¿Puedes darte cuenta de si un hombre es ateo, solamente a través de su conducta? No. ¿Cómo puedes saber si este hom­bre cree en Dios y aquél no cree? Los dos se comportan de la misma forma. Si los insultas, ambos se enojarán. ¿Cuál es la diferencia? Si hieres sus "yoes", los dos se volverán locos; en­tonces, ¿dónde entra Dios? Es una trampa: tra­tas de evitar los verdaderos problemas. Las pa­labras "Dios", "moksha ", "verdad" son como mantas con las cuales cubres todos los proble­mas y los ocultas. No son problemas; son man­tas. Y quienes responden a estas preguntas con­tribuyen a que eludas la realidad.
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