Las Escrituras siempre lo están insinuando, pero uno nunca comprenderá una palabra de lo que dicen las Escrituras hasta que despierte. La gente dormida lee las escrituras y crucifican al Mesías basándose en ellas. Para entender las Escrituras, uno debe despertar. Cuando despierta, ellas tienen sentido. Lo mismo que la realidad. Pero uno nunca podrá expresarlo con palabras. ¿Usted preferiría hacer algo? Pero aún así, debemos estar seguros de que usted no está actuando sencillamente para liberarse de sus sentimientos negativos. Muchas personas se lanzan a la acción, y lo único que logran es que las cosas empeoren. No proceden del amor, proceden de sentimientos negativos. Proceden de la culpa, la ira, el odio; de un sentido de injusticia, o lo que sea. Usted debe estar seguro de su "ser" antes de lanzarse a la acción. Tiene que cerciorarse de quién es usted antes de actuar. Infortunadamente, cuando las personas dormidas se lanzan a la acción, sencillamente cambian una crueldad por otra, una injusticia por otra. Y así es. Meister Eckhard dice: "No es por sus acciones por lo cual usted se salvará" (o despertará, llámelo como quiera), "sino por su ser. No será juzgado por lo que hace, sino por lo que es". ¿De qué le sirve alimentar al hambriento, de dar de beber al sediento o visitar a los prisioneros?
Recuerde esta frase de Pablo: "Si entrego mi cuerpo a las llamas y doy todos mis bienes para alimentar a los pobres y no tengo amor..." No son sus acciones, sino su ser lo que cuenta.