A menudo sugiero a los jóvenes que hagan estos dos votos:
1.- Hago el voto de desarrollar la comprensión para poder vivir en paz con las personas, los animales, las plantas y los minerales.
2.- Hago el voto de desarrollar la compasión para proteger la vida de las personas, los animales, las plantas y los minerales.
2.- Hago el voto de desarrollar la compasión para proteger la vida de las personas, los animales, las plantas y los minerales.
Para poder amar a alguien, has de comprenderle, porque el amor está hecho de comprensión. Si no le comprendes, no puedes amarle. La meditación consiste en observar a fondo para comprender las necesidades y el sufrimiento de las otras personas. Cuando sientes que alguien te comprende, sientes que el amor penetra en ti. Es una sensación maravillosa. Todos necesitamos comprensión y amor.
A la gente le gusta hacer cosas diferentes. Supón que al salir del instituto tu amigo quiere ir a jugar al tenis, pero tú prefieres dedicarte a leer un libro. Como deseas hacerle feliz, decides olvidarte del libro e ir a jugar al tenis con él. Al hacerlo, estás practicando la comprensión. Al comprenderle, le estás dando alegría. Y cuando le haces feliz, tú también eres feliz. Es un ejemplo de cómo practicar la comprensión y el amor.
Siempre que recites estos dos votos, hazte esta pregunta: “Ya que he hecho estos votos, ¿he intentado aprender algo sobre ellos? ¿He intentado ponerlos en práctica?”. No quiero que me contestes con un sí o un no. Aunque hubieras intentado aprender algo de ellos y practicarlos, aún no basta. La mejor forma de responder es abrirte dejando que estas preguntas penetren a fondo en todo tu ser mientras inspiras y espiras. Y al abrirte a ellas y dejarlas entrar dentro de ti, empezarán a actuar silenciosamente.