Tomate veinticuatro horas, escribe todo lo que puedas recordar sobre cómo te has estado saboteando... con profusión de detalles. Analízalo desde todos los ángulos, y luego no lo repitas. Se convertirá en una meditación.
Si decides de antemano que no eres capaz de hacer algo, no podrás hacerlo. Esa decisión afectará tu vida. Se convertirá en una autosugestión. En una semilla. Saboteará toda tu vida. Ni siquiera tú puedes decidir lo que puedes hacer y lo que no... tienes que hacerlo, tienes que verlo. Solo la vida decide. De modo que es sencillamente estúpido e infantil decidir de antemano... pero muchas cosas infantiles continúan. La cinta sigue repitiéndose, y si la pasas demasiado, se convierte en algo habitual.