Lo contrario del amor no es el odio,
sino la indiferencia.
ELIEZER WIESEL
El amor no se declara, se prueba.
JOSÉ MERY
¿Amor teórico? Un exabrupto o una tortura cuando estamos metidos de lleno en una relación. ¿Te amo conceptualmente?, vaya ridiculez. O peor: «Te amo ocultamente, tras las bambalinas, en la distancia, como un telegrama». ¿De qué amor hablamos si no lo sentimos, si no lo percibimos? Enamorarse es una actitud: sentir, pensar y actuar hacia un mismo lado; todo junto. Es el amor coherente, el que esperamos del otro y el único que vale la pena. El amor de pareja es «interpersonal» e inseparable de su demostración. Los reprimidos que emulan un amor insípido, frío y distante se justifican casi siempre apelando a algún trauma lejano o al «estilo personal»: «Me educaron así» o «No sé amar de otra forma». Si la persona que amas pronunciara cualquiera de estas dos afirmaciones, tu respuesta debería ser tajante: «¡Pues reedúcate, reinvéntate o aprende, si quieres estar conmigo!», ¿Cómo adaptarse (es decir, someterse) a la indiferencia?
No hay forma: en algún momento estallarás y te saldrá fuego por la boca. Un amor pusilánime no le sirve a nadie.