viernes, 30 de noviembre de 2012

VIDAS DE MECEDORAS


VIVE LA VIDA AL MÁXIMO

Dios es simplemente vivir la vida al máximo

"Yo os enseño a no tener miedo, 
a vivir con toda la totalidad 
y toda la pasión posibles, 
porque a través de una vida intensa 
encontraréis a Dios. 
Dios es simplemente vivir la vida al máximo, 
con total abandono, 
estando tan inmerso en el baile 
que desaparece el bailarín 
y sólo queda el baile. 
Cuando descubres esto, 
significa que has llegado a casa".

Osho, Ven otra vez, ven. Celebrando la alegría de la vida
Fuente Osho Maestro Blogspot

EL SER


El Ser es la única Vida, eterna, siempre presente, más allá de las miles de formas de la vida que están sujetas al nacimiento y a la muerte. Sin embargo, el Ser no sólo está más allá, sino también profundamente dentro de cada forma como su esencia más íntimamente invisible e indestructible. Esto significa que es accesible a usted ahora como su propio ser más profundo, su verdadera naturaleza. Pero no busque captarlo con la mente. No trate de entenderlo. 

Usted puede conocerlo sólo cuando la mente está inmóvil. Cuando usted está presente, cuando su atención está completa e intensamente en el Ahora, se puede sentir el Ser, pero nunca puede ser entendido mentalmente. Recuperar la conciencia del Ser y permanecer en ese estado de "sentimiento­-realización" es la iluminación.

EL PODER DEL AHORA
Eckhart Tolle

EL MENDIGO

Un mendigo había estado sentado más treinta años a la orilla de un camino.

Un día pasó por allí un desconocido. "Una monedita", murmuró mecánicamente el mendigo, alargando su vieja gorra de béisbol. "No tengo nada que darle", dijo el desconocido. Después preguntó: "Qué es eso en lo que está sentado?" "Nada", contestó el mendigo. "Sólo una caja vieja. Me he sentado en ella desde que tengo memoria". "¿Alguna vez ha mirado lo que hay dentro?", preguntó el desconocido. "No" dijo el mendigo. "¿Para qué? No hay nada dentro". "Échele una ojeada", insistió el desconocido. El mendigo se las arregló para abrir la caja. Con asombro, incredulidad y alborozo, vio que la caja estaba llena de oro. 

Yo soy el desconocido que no tiene nada que darle y que le dice que mire dentro. No dentro de una caja como en la parábola, sino en un lugar aún más cercano, dentro de usted mismo

"¡Pero yo no soy un mendigo! ", le oigo decir. 

Los que no han encontrado su verdadera riqueza, que es la alegría radiante del Ser y la profunda e inconmovible paz que la acompaña, son mendigos, incluso si tienen mucha riqueza material. Buscan afuera mendrugos de placer o de realización para lograr la aceptación, la seguridad o el amor, mientras llevan den­tro un tesoro que no sólo incluye todas esas cosas sino que es infinitamente mayor que todo lo que el mundo pueda ofrecer. 

La palabra iluminación evoca la idea de un logro sobrehumano y el ego quiere conservar las cosas así, pero es simplemente el estado natural de sentir la unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, algo que, casi paradójicamente, es esencialmente usted y sin embargo es mucho más grande que usted. Es encontrar su verdadera naturaleza más allá del nombre y de la forma. La incapacidad de sentir esta conexión da lugar a la ilusión de la separación, de usted mismo y del mundo que lo rodea. Entonces usted se percibe a sí mismo, consciente o inconscientemente, como un fragmento ais­lado. Surge el miedo y el conflicto interior y exterior se vuelve la norma. 

Me encanta la sencilla definición de la iluminación dada por Buda como "el fin del sufrimiento". No hay nada sobrehumano en esto, ¿cierto? Por supuesto, como toda definición, es incompleta. Sólo dice lo que la iluminación no es: no es sufrimiento. ¿Pero qué queda cuando ya no hay sufrimiento? El Buda no habla sobre esto y su silencio implica que usted tiene que averiguarlo por sí mismo. Usa una definición negativa para que la mente no la convierta en algo que se deba creer o en un logro sobrehumano, una meta que es imposible de alcanzar. A pesar de esta precaución, la mayoría de los budistas aún cree que la iluminación es para el Buda, no para ellos, al menos no en esta vida.

ECKHART TOLLE
El Poder del Ahora

DIVINO PROPÓSITO


AMOR-ODIO

Siempre que amas algo, también lo odias.

Encontraras excusas de por qué odiar, pero no son relevantes.
 
Nunca dejes que tu odio decida algo. Al saber que hay odio, deja siempre que decida el amor. No estoy diciendo que lo suprimas, no; pero nunca lo dejes decidir. Deja que esté ahí, que tenga un lugar secundario. Acéptalo  pero nunca permitas que sea decisivo. Descuidalo, y morirá por sí solo. Prestale más atención al amor y deja que este decida. Tarde o temprano, el amor tomará posesión de todo tu ser y no quedará lugar para el odio.

OSHO
Día a Día
Día 50

RETORNO A LA AUTENTICIDAD


AHORA

Tu mente es una entidad falsa, porque nunca llama en el presente. Deja que éste sea el criterio de la realidad: lo que existe, siempre existe aquí y ahora; todo lo que no existe, nunca es parte del presente. ¡Abandona todo lo que nunca llama en el ahora! Y si entras en el ahora, se abre una nueva dimensión: la dimensión de la eternidad.

Osho

jueves, 29 de noviembre de 2012

LA COMPRENSIÓN MÍSTICA


La comprensión mística de la verdad no es la percepción o la cognición. De ahí que se 
afirme que puedes alcanzar la fuente original aquietando la mente, por eso se llama el estado 
iluminado del ser en su estado original, la independiente y suprema liberación.

Nan-ch'uan (748-834)

BEBES DEPENDIENTES

Habla Jorge Bucay sobre el origen de la dependencia del hombre y en relación a como otros seres vivos no dependen de sus padres en su desarrollo.....La solución que la naturaleza encontró para resolver esta dependencia absoluta de los humanos fue crear una relación donde difícilmente los padres puedan abandonar a los hijos. 

El instinto o el amor (prefiero pensar como decidir renunciar a una parte de nuestro propio cuerpo.

Esto protege a los bebés humanos recién nacidos del abandono de los padres y asegura que haya alguien a su cuidado.

Pero este mecanismo no sólo aporta seguridad, también genera problemas.

Cuando un hombre y una mujer deciden transformarse en una familia teniendo un hijo, están estableciendo una responsabilidad respecto de lo que sigue, pero además están generando un irremediable conflicto que deberán resolver.

Están decidiendo traer al mundo un ser vivo al que sentirán como si fuera una prolongación suya, literalmente, sabiendo a la vez que esa cría será un ser íntegro y separado del vínculo de la pareja que prepara desde su nacimiento su partida.

A los padres esto no nos resulta nada fácil. Porque nunca es fácil ser el carcelero y el libertador. No se quiere a un hijo como se quiere a los otros. Con Claudia me pasan cosas que con el resto de las personas no me pasan. No sólo la quiero más que a nadie en el mundo, sino que la quiero de una manera diferente, como si fuera una parte de mí.

Los hijos son en muchos sentidos una excepción.

Esta sensación de que el otro es una prolongación mía puede ser muy buena para ese bebé en los 
primeros tiempos, motivándome a cuidarlo y protegerlo; porque en realidad el hijo fue concebido desde los 
deseos de los padres y por lo tanto la decisión es producto de una vivencia bastante autorreferencial.

Un día, a los trece años, el otro de mis amores, mi hijo Demián, pesca en casa un libro de psicología y se 
pone a leerlo. Entonces viene y me dice:

“Papi, ¿es verdad que los hijos somos producto de una insatisfacción de los padres?”...

Cuando Demián me hizo esta pregunta, yo me di cuenta que el libro tenía razón. Porque si uno estuviera 
totalmente satisfecho con su vida, si todo lo que tiene fuera suficiente, si uno no sintiera el deseo de trascender 
teniendo hijos o el deseo de realizarse como padre y como familia, si uno no tuviera ese deseo personal...
entonces, no tendría hijos.

Es este deseo insatisfecho —educado, pautado cultural o personalmente— lo que nos motiva a tener 
hijos.

Los hijos nacen por una decisión y un deseo nuestros, no por un deseo de ellos. Por eso, cuando los 
adolescentes se enojan y nos dicen: “Yo no te pedí nacer”, parece una estupidez, pero es la verdad.

La vivencia de ser uno con los hijos puede, como dije, tener una función positiva para ellos durante los 
primeros años de vida, pero es nefasta para su futuro. Porque el niño recibe esto, percibe que es tratado como 
si fuera un pedazo de otro, pero no siente que lo sea.

JORGE BUCAY
El Camino de la Autodependencia


LA HORA DE LA VERDAD


FRACASO

No puedes ser un fracaso; la vida no permite ningún fracaso. Y como no hay un objetivo, no puedes verte frustrado.

Si te sientes frustrado es por el objetivo mental que has impuesto sobre la vida. Cuando has alcanzado dicho objetivo, la vida lo ha abandonado... de los ideales y objetivos solo queda un caparazón vacío y de nuevo te  ves frustrados. La frustración la creas tú.

Cuando comprendes que la vida jamás estará confinada ni orientada a un objetivo, entonces fluirás sin temor en todas las direcciones. Como no hay fracaso, tampoco hay éxito... ni frustración. Cada momento se convierte en un momento intrínseco en sí mismo, no conduce a ninguna parte, no ha de ser empleado como un medio para alcanzar un fin... posee un valor intrínseco. 

Cada momento es un diamante, y pasas de un diamante a otro... pero nada tiene un final. La vida permanece viva... no hay muerte. El final significa muerte, la perfección significa muerte, alcanzar un objetivo significa muerte. La vida no conoce la muerte... no deja de cambiar de formas. Es un infinito, pero sin objetivo.

OSHO
Día a Día
Día 49

LA TERNURA Y EL AMOR


miércoles, 28 de noviembre de 2012

CRISTALES SUCIOS


La primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer vió a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero y dijo:

- ¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero!
- ¿Quizás necesita un jabón nuevo?
- Me agradaría ayudarla a lavar las sábanas.
El marido miró y quedó callado. Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento. Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpias, y dijo al marido:
- Mira, por fin la vecina ha aprendido a lavar la ropa …
- ¡Qué bien!
El marido le respondió:
- Mmm … no es lo que piensas.
- Hoy me he levantado más temprano y he lavado los vidrios de nuestra ventana.
Todo depende del estado de la ventana a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, conviene que averiguamos si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro.

Tomado del Blog de Joan
http://blocjoanpi.blogspot.mx/

DESEOS


Hay un deseo común, que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad al yo, al ego. Ese deseo es apego, porque ponemos en él la seguridad, la certeza de la felicidad. 

Es el miedo el que nos hace desear agarrar con las manos la felicidad, y ella no se deja agarrar. Ella es. Esto sólo lo descubrimos observando, bien despiertos, viendo cuándo nos mueven los miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales. Si nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego. 

El apego habrá perdido la batalla cuando lo descubras, y ya no tendrá el poder que la inconciencia le daba. Tú mandarás sobre él. 

La aprobación, el éxito, la alabanza, la valoración, son las drogas con las que nos ha hecho drogadictos la sociedad, y al no tenerlas siempre, el sufrimiento es terrible. 

El día en que entres de pleno en tu realidad, el día en que ya no te resistas a ver las cosas como son, se te irán deshaciendo tus ceguedades. Puede que aún sigas teniendo deseos y apegos, pero ya no te engañarás. 

La base del sufrimiento es el apego, el deseo. En cuanto deseas una cosa compulsivamente y pones todas tus ansias de felicidad en ella, te expones a la desilusión de no conseguirla. El estar despierto y mirar sin engaños no quiere decir que desaparezca tu programación, sino que allí estará, pero la verás claramente, y al apego lo llamarás apego, y a lo que creías amor lo llamarás egoísmo.

Del libro:
Lo Mejor de Anthony de Mello
Anthony de Mello

PERDONANDO A NUESTROS PADRES

Lo más difícil del mundo es poder relacionarse con los propios padres. Perdonarlos es una de las cosas más complicadas, porque te han traído al mundo... ¿cómo los podrás perdonar?

A menos que empieces a amarte, a menos que alcances un estado en el que estés encantado con tu ser..., ¿cómo podrías darles las gracias antes? Estarás furioso... te trajeron al mundo y ni siquiera te consultaron. Han creado a esa persona horrible, a ese ser nauseabundo. Pero tú odias. ¿Por qué deberías sufrir porque ellos decidieron dar a luz a un bebé? Tú no tuviste nada que ver en el asunto. ¿Por qué te han arrastrado al mundo? Por eso la furia. 

Si llegas al punto en el que eres capaz de amarte, en el que te sientas extático por ser, donde tu gratitud no conoce limites, entonces, de pronto, sientes que surge un gran amor por tus padres. Han sido las puertas por las que has entrado en la existencia. 

De lo contrario, ese éxtasis no habría sido posible... ellos lo han hecho posible. 

Solo entonces hay una relación nueva. Si no, cada sociedad del mundo ha estado entrenando a los niños para ser respetuosos con los padres, porque todas las sociedades saben que si los niños no son condicionados para ser respetuosos, ¡matarían a sus padres! 

Pero si puedes celebrar tu ser -y ese es todo el objetivo de mi trabajo, ayudarte a celebrar tu ser-, entonces podrás sentir gratitud por los padres, por su compasión y amor. Y así no podrás únicamente perdonarlos, sino que además te puedes sentir tremendamente agradecido.

OSHO 
Día a Día
Día 48

martes, 27 de noviembre de 2012

DAR EL CORAZÓN A LA VIDA

La polución propagandística no favorece la paz soñada, que brota, como fruto maduro, de los caminos auténticos de la vida. Nuestro mundo actual rebosa de estímulos engañosos, que golpean dolorosamente a los incautos y engañan hasta a los bien intencionados. Seduce a las personas con el espejismo de quimeras inconsistentes y de dudoso contenido. Las desvía del centro dinámico de su interioridad y las sacia con bocados azucarados de escaso valor alimenticio. Y la persona, lejos de encontrarse con los anhelos profundos de su mundo más verdadero, se pierde en las arenas movedizas y atormentadas de su propio yo.  

Allí, ávidamente, goza de los dividendos fáciles de conquistas deslumbrantes, pero acaba arrastrándose y haciéndose sorda a las llamadas más íntimas que le vienen de su mundo más hondo. En vez de responder a ellas y de vivir lo que es, se contenta con la careta que le hace tan sólo parecer que es. Vive pendiente de la última moda, vagabundeando, sin una orientación personalizada, sin un compromiso engrandecedor, esclavizada por las propagandas consumistas que sólo la satisfacen por el momento, sin darle un rumbo claro y seguro. 

Pero nosotros somos realmente más, mucho más que esas lentejuelas con que el mundo nos reviste. Deseamos más, mucho más que esta posición social a que nos aferramos y que se nos reconoce. Somos un reino infinitamente rico y di­vinamente fascinante, que todavía está por conquistar. Para ello es preciso armarse de coraje y atreverse a ser grande, enfrentándose con las mentiras tentadoras que impiden el acceso a la intimidad del corazón. 

Y, principalmente, es preciso darle el corazón a la vida, en vez de pretender el corazón de ella. Fuimos hechos y existimos, no para aprisionar corazones, sino para liberar el nuestro. 

Bernard Shaw dijo, en cierta ocasión, que todos somos re­yes, con la desgracia de que vivimos fuera de nuestro reino. Porque no somos dueños de nuestro corazón, no podemos dárselo a nadie. Y ésta es la más trágica de las pobrezas y la más lamentable de las desgracias. 

Neylor J. Tonin 
autor de “Historias de Sabiduría y Sabiduría de la A a la Z”
Anthony de Mello
Lo Mejor de Anthony de Mello

EL ORIGEN DE LA DEPENDENCIA


Dice Bucay respecto a como se origina la dependencia de humano:

....El bebé humano recién nacido es el ser vivo más frágil, dependiente y vulnerable que existe en la creación. Cualquier otra criatura viva, desde los unicelulares hasta los animales más avanzados, tiene una pequeña posibilidad de sobrevida cuando nace si no está la mamá o el papá para hacerse cargo.

Desde los insectos, que son absolutamente autodependientes cuando nacen, hasta los mamíferos más desarrollados, que a las pocas horas de nacer pueden ponerse en pie y buscar la teta de la propia madre o caminar hasta encontrar otra, todos tienen una posibilidad, aunque sea una en mil.

Las tortugas de mar desovan fuera del agua. Las madres recorren con enorme dificultad y torpeza doscientos metros por la playa, ponen centenares de huevos entre la arena y se van. Cuando las tortuguitas nacen, muchas se pierden intentando llegar hasta el agua, son devoradas por las aves y los reptiles o se calcinan al sol... Sólo una o dos de cada mil sobrevive.

Un bebé humano no tiene ni siquiera una posibilidad en un millón, es absolutamente dependiente.

La solución que la naturaleza encontró para resolver esta dependencia absoluta de los humanos fue crear una relación donde difícilmente los padres puedan abandonar a los hijos. El instinto o el amor (prefiero pensar en el amor) nos lleva a sentir a estos “cachorros” como parte de nosotros; dejarlos sería una mutilación, sería como decidir renunciar a una parte de nuestro propio cuerpo.

Esto protege a los bebés humanos recién nacidos del abandono de los padres y asegura que haya alguien a su cuidado.

Pero este mecanismo no sólo aporta seguridad, también genera problemas.

JORGE BUCAY
El Camino de la Autodependecia

ESA CAUDALOSA LUZ


Tu atesoras un bien espiritual: no se trata de algo que puedas hacer, ni tampoco describir. En tu ser no está Buda, ni el nirvana, ni un camino que practicar, ni una doctrina que actualizar. El camino no está en la existencia o en la no-existencia. Entonces ¿qué método debería uno practicar? Esa caudalosa luz, dondequiera que estés, en cualquier situación, es el gran camino.

Tan-hsia (739-824)
Enseñanzas del Zen

LA POBREZA


Tarde o temprano la pobreza exterior va a desaparecer, ya que ahora poseemos tecnología para hacerla desaparecer, y entonces surgirá el verdadero problema.


Las personas realmente pobres son aquellas a las que les falta amor; y la totalidad de la Tierra está llena de esa pobre gente hambrienta. Tarde o temprano la pobreza exterior va a desaparecer, ya que ahora poseemos tecnología para hacerla desaparecer, y entonces surgirá el verdadero problema. El verdadero problema será la pobreza interior. Ninguna tecnología nos puede ayudar en eso. El hambre exterior desaparecerá -podemos alimentar a las personas, somos capaces de hacerlo ahora, pero ¿quién alimentará el espíritu, el alma? La ciencia no puede hacer eso. Hace falta algo más, y ese algo es lo que yo llamo religión. Entonces la ciencia habrá hecho su trabajo; entonces solo la verdadera religión entrará en el mundo.

Hasta ahora la religión ha sido únicamente un fenómeno raro... de vez en cuando aparece un Buda, un Jesús, un Krishna. Estas son personas excepcionales; no representan a la humanidad. Simplemente anuncian una posibilidad, un futuro. Pero ese futuro se acerca. En cuanto la ciencia haya liberado los poderes potenciales de la materia y el hombre quede físicamente satisfecho -posea un refugio, suficiente alimento y educación-, entonces verá por primera vez que va a necesitar un alimento muevo. Ese alimento es el amor, y la ciencia no puede brindárselo al Hombre; la ciencia carece de formas de entender el amor. Eso solo puede conseguirlo la religión. La religión es la ciencia del amor.

OSHO
Día a Día
Día 47

lunes, 26 de noviembre de 2012

EL PASADO

La mente no puede existir en el presente. Si puedes estar aquí, totalmente presente, la mente desaparecerá. La mente puede desear, puede soñar: ¡soñar mil y un pensamientos!, puede ir hasta el mismísimo fin del mundo, puede ir al mismísimo principio del mundo, pero no puede estar aquí y ahora, eso es imposible para ella. Toda la ignorancia consiste en no saber esto.

Y entonces te preocupas por el pasado, que ya no existe: ¡es absolutamente estúpido! No puedes hacer nada con el pasado. ¿Qué puedes hacer con algo que ya no existe? No se puede hacer nada, ya se ha ido; pero tú te preocupas por él, y preocupándote por él, te malgastas a ti mismo.

Osho

NACER DE NUEVO


viernes, 23 de noviembre de 2012

RELACIÓN PADRE HIJO


LOCA LOCURA


Al intelecto demasiado recto la oscura locura lo cura.
 ***
Nuestro inconsciente, al ser visto desde la razón, aparece como un monumental loco.
Solo transitando por el camino de la sana locura se llega a la salud mental.
 ***
 Cada loco persigue con su red para cazar mariposas a la verdad, mientras la belleza lo persigue.
 ***
 Psico-proverbio: A veces la lógica es una cárcel: mientras el sabio busca el puente, el loco atraviesa el río a nado.
 ***
Alejandro Jodorowsky

UN MÉTODO PARA DESPERTAR

En primer lugar deja a un lado todos los asuntos y preocupaciones; no recuerdes o rememores nada, sea bueno o malo, mundano o trascendental. No te dejes llevar por los pensamientos. No te apegues al cuerpo o a la mente, déjalos en libertad.

Cuando la mente es como un trozo de madera o una piedra, cuando no intentas explicar nada y la mente no se dirige a ningún lugar, es como si la base de la mente se convirtiera en el espacio, en el cual el sol de la sabiduría aparece de modo natural. Es como si las nubes dejaran un claro y apareciera el Sol.

Pon fin a los vínculos que te encadenan, a los sentimientos de codicia, odio, apego, confusión o pureza, acaba con ellos. Mantente imperturbable ante los deseos internos y a las influencias externas, sin permitir que la percepción y la cognición sean un obstáculo, sin dejarte confundir por nada, dotado de modo natural con todas las virtudes y el inconcebible uso de las capacidades espirituales, esto es ser alguien libre.

Cuando tu mente está más allá de la agitación o la serenidad en presencia de cuanto la rodea, sin concentrarse ni distraerse, percibiendo cualquier sonido o forma sin apego u obstrucción, a esto se llama ser un caminante.

No caer en la dualidad de lo bueno o lo malo, lo correcto o lo incorrecto, no aferrarse a nada ni rechazar nada, se llama ser miembro de la gran caravana.

No estar esclavizado por lo bueno o lo malo, la vacuidad o la existencia, la confusión o la pureza, el esfuerzo o el desinterés, la mundanidad o la trascendencia, la virtud o el conocimiento, se llama sabiduría iluminada.

Una vez la afirmación y la negación, el deseo y la aversión, la aprobación y la  desaprobación y toda la diversidad de opiniones y sentimientos cesan de surgir y no consiguen atarte, serás libre, dondequiera que estés. Serás un bodisatva (en el camino del Buda) en el momento de la inspiración, cuando asciende al estado de la Budeidad.

Pai-chang
Las Enseñanzas del Zen

CONFUSIÓN

Desprendete de tus ideas fijas. Entonces podrás disfrutar más de la confusión. Y no te confundirá... será un caos creativo. Un hombre necesita un caos creativo en el corazón para dar nacimiento a danzantes estrellas. No hay, otra manera.

Si tienes ideas fijas, la vida te va a crear mucha confusión, porque la vida jamás cree en tus ideas. No deja de revolver las cosas. Interfiere con la gente. Hace trucos. No es como el salón en el que arreglas los muebles y todo sigue siendo igual. La vida no es un salón. Es un fenómeno muy salvaje. 

Y Dios es muy caótico. No es un ingeniero o un arquitecto, un científico o un matemático. Es un soñador, y en un mundo de sueños, todo está revuelto. 

Tu novio de pronto se convierte en un caballo... En un sueño, nunca discutes ni preguntas: «¿Qué ha pasado? ¡Hace apenas un momento eras mi novio y ahora te has transformado en un caballo!». En un sueño, aceptas. Ni siquiera surge la más mínima sospecha sobre lo que sucede, porque en un sueño no llevas tu idea. 

Pero despiertos te sería imposible ver que tu novio se está transformando en un caballo. ¡Y los novios se convierten muchas veces en caballos! La cara puede que siga siendo la misma, pero la energía es diferente. Entonces te sientes confusos. 

Realmente nunca me he encontrado con una persona confusa. Más bien, me encuentro con gente que tiene ideas fijas. Cuanto más fija la idea, más confusión habrá. 

Si no quieres estar confuso, desprenderte de la idea. No es que la confusión vaya a cambiar, pero no parecerá una confusión. Se trata simplemente de la vida, que está viva.

OSHO
Día a Día
Día 46

jueves, 22 de noviembre de 2012

LA IN-DEPENDENCIA

Abandonar TODA dependencia.

Ésta no es ninguna originalidad, todos los colegas, maestros, gurúes y filósofos del mundo hablan de sto. El problema es: ¿Hacia dónde abandonarla?

Los colegas han encontrado una solución, la INTERdependencia. En la interdependencia yo dependo de vos y vos dependes de mí.

Esta solución es, como mínimo, desagradable. Y de máxima, una elección del mal menor, una especie de terapia de sustitución. No me gusta cómo “soluciona” la interdependencia. Puede ser más sana o más enfermiza, pero de todos modos es un premio consuelo, porque equivale a pensar que si bien yo dependo de vos, como vos también dependes de mí, no hay problema porque estamos juntos.

Siempre digo que los matrimonios del mundo se dividen en dos grandes grupos: aquellos donde ambos integrantes quieren haber sido elegidos una vez y para siempre, y aquellos a los que nos gusta ser elegidos todos los días, estar en una relación de pareja donde el otro siga sintiendo que te vuelve a elegir. No por las mismas razones, pero te vuelve a elegir.

La interdependencia parece generar lazos indisolubles que se sostienen porque dependo y dependes, y no desde la elección actualizada de cada uno. Porque los interdependientes son dependientes; y cuando uno depende, ya no elige más...

Así que, aparentemente, sólo queda una posibilidad:
La INdependencia.

JORGE BUCAY
El Camino de la Autodependencia.

LA LIBERACIÓN EN CUALQUIER LUGAR

No persigas a Buda, ni las enseñanzas, ni una comunidad. No persigas virtud, conocimiento, comprensión intelectual o cosas similares. Cuando ceses de abrigar sentimientos de confusión o de pureza, no te aferres a ese no buscar ni consideres que es lo correcto. No mores en ese punto final, ni ansíes alcanzar los cielos o sientas temor por los infiernos. 

Cuando la esclavitud o la libertad dejan de importarte, esto se llama la liberación de la mente y del cuerpo en cualquier lugar.

Pai-chang
Las Enseñanzas del Zen

EL HOGAR


A menos que encontremos nuestro verdadero hogar, debemos seguir viajando. Y lo más sorprendente es que el verdadero hogar no está tan lejos.

Hacemos muchos hogares y nunca observamos el verdadero hogar. Los hogares que hacemos son todos arbitrarios, todos son castillos en la arena o palacios alzados con naipes: simples juguetes con los que divertirnos. No son hogares de verdad, porque la muerte los destruye a todos. La definición del hogar de verdad es aquel que es eterno. Solo dios es eterno; todo lo demás es temporal. 

El cuerpo es temporal, la mente es temporal; el dinero, el poder, el prestigio... todo es temporal. No alcéis vuestro hogar en estas cosas. No estoy en contra de ellas. Utilizadlas, pero recordad que únicamente son una posada; son buenas para pasar la noche, pero por la mañana debemos irnos. 

A menos que encontremos nuestro verdadero hogar, debemos seguir viajando. Y lo más sorprendente es que el verdadero hogar no está tan lejos. No dejamos de pasarlo por alto porque está muy cerca; ni siquiera está cerca, se encuentra dentro de nosotros mismos. Buscadlo dentro. 

Aquellos que lo han hecho siempre lo han encontrado.

OSHO
Día a Día
Día 45

miércoles, 21 de noviembre de 2012

NO A LA DEPENDENCIA

Cuando la búsqueda de tu mirada se transforma en dependencia, el amor se transforma en una lucha por el poder. Caemos en la tentación de ponernos al "ser-vicio" del otro, de manipular un poco su lástima, de darle bronca y hasta de amenazarlo con el abandono, con el maltrato o con nuestro propio sufrimiento...

Volveremos a hablar de este tema cuando lleguemos a El camino del encuentro, pero me parece importante dejar escrito aquí que, sin importar la gravedad de este cuadro, sucede con él lo mismo que con las restantes adicciones:

Tomando como única condición el deseo sincero de superar la adicción, la codependencia se trata y se cura.

La propuesta es:

Abandonar TODA dependencia

JORGE BUCAY
El Camino de la Autodependencia

LA MEJORA PERSONAL

La mejora personal es un camino al infierno. Todos los esfuerzos por hacer algo de ti mismo, algo parecido a un ideal, van a crear cada vez más locura. Los ideales son los cimientos de toda locura, y la humanidad entera está neurótica debido a demasiados ideales.

Los animales no están neuróticos porque carecen de ideales. Los árboles no están neuróticos porque no tienen ningún ideal. No intentan convertirse en otro. Simplemente disfrutan de lo que son. 

Así que tú eres tú. Pero en alguna parte de tu interior quieres convertirte en Buda o en Jesús, y entonces completas un círculo que será interminable. Tienes que ver la cuestión: tú eres tú. Y la totalidad, o existencia, quiere que seas tú. Por ese motivo la existencia te ha creado, de lo contrario habría creado a un modelo mejor. Quería que estuvieras aquí en este momento. No quería que Jesús estuviera aquí en lugar de ti. Y la existencia sabe más. El todo siempre sabe más que la parte. 

Así que acéptalo. Si puedes aceptarlo, habrás aprendido el mayor secreto de la vida, y entonces todo encaja. Se tú. No hay necesidad de erguirte más; no hay necesidad de que tengas una altura diferente de la que ya tienes. No hay necesidad de tener otra cara. Simplemente se como eres, y al aceptarte desde lo más hondo, el florecimiento tiene lugar y pasas a convertirte cada vez más en ti. 

En cuanto abandonas la idea de convertirte en otra persona, desaparece la tensión. De pronto toda la tensión se desvanece. Estas aquí, luminosos, en este momento. Y no hay otra cosa que hacer que celebrar y disfrutar.

OSHO 
Día a Día
Día 44

martes, 20 de noviembre de 2012

SUFRIENDO COMO SI HUBIERAN DEJADO DE QUERERTE


Dice Antonio Porchia en su libro Voces:

“Han dejado de engañarte, no de quererte, y sufres como si hubiesen dejado de quererte”.

Claro, a todos nos gustaría evitar la odiosa frustración de no ser queridos. A veces, para lograrlo, nos volvemos neuróticamente manipuladores: Manejo la situación para poder engañarme y creer que me seguís queriendo, que seguís siendo mi punto de apoyo, mi bastón.

Y empiezo a descender. Me voy metiendo en un pozo cada vez más oscuro buscando la iluminación del encuentro.

El primer peldaño es intentar transformarme en una necesidad para vos.

Me vuelvo tu proveedor selectivo: te doy todo lo que quieras, trato de complacerte, me pongo a tu disposición para cualquier cosa que necesites, intento que dependas de mí. Trato de generar una relación adictiva, reemplazo mi deseo de ser querido por el de ser necesitado. Porque ser necesitado se parece tanto a veces a ser querido... Si me necesitás, me llamás, me pedís, me delegás tus cosas y hasta puedo creer que me estás queriendo.

Pero a veces, a pesar de todo lo que hago para que me necesites, vos no parecés necesitarme. ¿Qué hago? Bajo un escalón más.

Intento que me tengas lástima...

Porque la lástima también se parece un poco a ser querido...

Así, si me hago la víctima (Yo que te quiero tanto... y vos que no me querés...), quizás...

Este camino se transita demasiado frecuentemente. De hecho, de alguna manera todos hemos pasado por este jueguito. Quizá no tan insistentemente como para dar lástima, pero quién no dijo:

“¡Cómo me hacés esto a mí!”

“Yo no esperaba esto de vos, estoy tan defraudado... estoy tan dolorido...”

“No me importa si vos no me querés... yo sí te quiero”.

Pero la bajada continúa...

¿Y si no consigo que te apiades de mí? ¿Qué hago? ¿Soporto tu indiferencia?... 
¡Jamás!

Si llegué hasta aquí, por lo menos voy a tratar de conseguir que me odies.

A veces uno se saltea alguna etapa... baja dos escalones al mismo tiempo y salta de la búsqueda de volverse necesario directamente al odio, sin solución de continuidad. Porque, en verdad, lo que no soporta es la indiferencia.

Y sucede que uno se topa con gente mala, tan mala que...¡ni siquiera quiere odiarnos! Qué malas personas, ¿verdad?

Quiero que aunque sea me odies y no lo consigo.

Entonces... Estoy casi en el fondo del pozo. ¿Qué hago?

Dado que dependo de vos y de tu mirada, haría cualquier cosa para no tener que soportar tu indiferencia.

Y muchas veces bajo el último peldaño para poder tenerte pendiente:

Trato de que me tengas miedo.

Miedo de lo que puedo llegar a hacer o hacerme (fantaseando dejarte culpable y pensándome...)

Podríamos imaginar a Glenn Close diciéndole a Michael Douglas en la película “Atracción fatal”:

—Si no pude conseguir sentirme querida ni necesitada, si te negaste a tenerme lástima y ocuparte de mí por piedad, si ni siquiera conseguí que me odies, ahora vas a tener que notar mi presencia, quieras o no, porque a partir de ahora voy a tratar de que me temas.

JORGE BUCAY
El Camino de la Autodependencia
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